Herr Ribycky

HOY HE CONOCIDO A HERR RYBICCKI

Estaba tratando de almorzar, la deleznable pitanza que preparan en la CIA Trasm, almorzar con mi ansiedad crónica con la comida, ese pleito que me lleva años y casi toda mi salud.
 Además a mí, personalmente, subir en estos barcos de la Trasm, ya me ponen de mala uva.
Tengo conocimientos amplios de Economia de mercado y probablemente un profesor que no dejo huella real,ya que no logro recordarle, aunque si subliminal, me previno contra los monopolios y mercados cautivos, de tal manera, que cuando me siento un elemento de su cautiva estadística de ventas y facturación, me subleva de entrada.
 Si a eso se le une que el personal de esta compañía, es el peor entrenado del mundo conocido y probablemente del desconocido, para tratar al pasajero, respetarle y aceptarle que tenga derecho a algo más que a respirar. La mezcla con mi carácter es explosiva.
 Además el corporativismo raya ya en el Clan, al entrar en el garaje, porque de eso se trata, la flagelación voluntaria y el elevado precio se paga por el automóvil que aun no esta diseñado para cruzar el mar,y no queda mas arrestos que tragarse y ser cautivo, digo y repito al entrar en el garaje debajo de un enorme letrero de Prohibido Fumar, en rojo y de mas de 50 cms. de letra cada una, al lado del oficial de embarque y de un marinero cualificado, estaban los peones fumando sin problemas, solo preocupados por su tabaquito. Pero todos fuman, todos beben, incluso las agregadas jóvenes, de nueva estampa, la calidad de vida es fumar y beber a toda hora, y a los que le toca, elaboran pitanza infumable, y todos la  echan a los cautivos, fría, asquerosa sin orden ni delicadeza. Como a los cerdos encerrados en una chiquera móvil de 3 días de la que obviamente no se puede escapar.

Acababa te tener una monumental bronca con un camarero, al que tuve que pedir perdón posteriormente al acabar de comer, ya que, aunque el representara todo lo que yo detesto de la economía publica, no tengo derecho a cargarla con el, lo reconozco, me disculpo y me quedo mas tranquilo.
En medio de una cucharada de una  verdaderamente vomitera de enfermo semifria, que pasaba por sopa de estrellitas con coles de Bruselas, que navegaban negras como cucarachas entre letras, al alzar la cabeza, veo a Herr. Ribbicky.
Ya lo había visto antes, me aviso mi memoria cerebral, en algún momento de su embarque o posteriormente me había llamado algo la atención este característico individuo, autentico cadáver ambulante, con dificultades para abrir los ojos, para respirar y, al que parecía que le resultaba extremadamente doloroso estar en pie. Se arrastraba casi acompañado por un joven y por un camarero que le abrían paso hasta una mesa, mientras otro le recogía del pesebre-autoservicio, lo que el, supongo había demandado. Logro’ llegar a la mesa, después de buscar mucho, e incluso mirar a la mía el celoso empleado de la Cia., que en esto de cumplir con tareas cuartelarias, ambulancia, bombero o sanitario, por un momento, y siempre que se grite, o empuje a los ciudadanos normales en nombre de algo mas importante o urgente, son únicos y se prestan con la mayor voluntariedad. Si es un merito, que se les reconozca.
Se sentó con enormes dificultades, haciendo gestos y cucamonas que hacían previsible, en cualquier instante un desenlace fatal. Pero hete aquí que cerró los ojos durante unos momentos, y aunque parecía que ya no los volvería a abrir, los abrió y escruto lo que su ángulo de visión sin gafas le permitió.

No tiene buen aspecto Herr. R., me es imposible, si tengo que hacer honor a la verdad, decir otra cosa.
No es beatifico sino tonante, no parece bondadoso sino cruel, se diría que es la viva imagen del famoso Shylock, judío de Venecia, que pretendía según el Sr. Shakespeare, cortar la libra de carne del corazón de Crispín. No es ni alto ni bajo, flaco como el Licenciado Vidriera de nuestro manco universal, su piel no es mas que un papel de fumar de un color, que no me atrevo a comparar con el alabastro para no confundir, ya que es mas amarilla que blanca, pero de ese blanco a veces apergaminado, de alguien que hace muchos años, no ha tomado el sol y que evidentemente tiene problemas hepáticos.
Vestido con un raído traje gris, mil usado, encima de una serie de camisetas, que algún día habrían sido blancas, coronadas por una camisa también gris, todo en tonos que ocultan las innumerables manchas y arrugas. Sus manos son un poema, de muñecas anchas, planas, llenas de moretones y sangre coagulada, sus dedos afilados y uñas semilargas.
Calzaba unas zapatillas de skay o piel sintetica, de un color parecido al marrón, de las de estar en casa, muy manidas y sobadas, pero que aun estando sentado, como casi siempre estas no se ven casi porque el pantalón es largo, largísimo y se superpone, tapa el talón y arrastra al suelo, dejando solo  un tercio delantero a la vista.
Solo su cara desde la camiseta hacia arriba esta, como las manos estan, al descubierto y en ella se puede ver toda la decrepitud física de Herr. R.. Sus hundidos ojos que quieren traspasar la nuca y huir por ella mientras continúan mirando desde el fondo de un túnel , sin brillo, helados, profundos, demandando,  exigiendo un final, los pelos de la cara sin afeitar quizás hace años, blancos, largos del tamaño de  pestañas si las tuviera, esparcidos, mal repartidos, sin orden, aparecen a respirar cuando levanta la hundida barbilla de entre el sobreesternon y la camisa .

Su pelo, ralo y de un gris casi marengo, sin peinar e impeinable, lacio, debil a quien el peine temiera entrar por quebrarlo, colocado de cualquier manera sobre esa cabeza de Tutankamon abarbillado, y con unos parpados pesados como prensas de aplastar acero, a los que cuesta esfuerzos insondables levantarse como las puertas de un inmenso garage.

En descargo de Herr R., tengo que decir, que confiesa 99 años, esto es que nacio en  1901, a mi me parecen pocos, dado su aspecto de  momia Transilvana. Mi abuelo, si viviera, tendria la edad que dice tener, y creanme, soy indulgente, he sido muy indulgente en mi descripcion. Al fin y al cabo H.R. esta vivo desde cierto punto de vista, y no solo por no disponer en absoluto, por falta de dotacion, del ingenio de Cervantes ni Quevedo, sino por ser un personaje real, con el que estuve ayer varias horas, me inhibe la descripcion  mas acertada.

El cerebro de Herr R. Funciona magnificamente bien, esta engrasado y listo para correr lo que sus delgadas piernas no hacen desde al menos 30 años o mas. No es menos indicio de ello que lo conoci delante de un tablero de ajedrez en el salon de No Fumadores del barco, y que como es natural con el consentimiento de los camareros, por lo  demas principales infractores, es el sitio donde se empeñan en venir a fumar todos, hasta que llego yo a cabrearme y a afear conductas impropias.
Alli estaba taxidermizado, empuñando como cetro un baston de palo de arbol teñido , retando a todo el que se acercara a curiosear. Ganando a mansalva con sus trucos de viejisimo y entrenadisimo jugador, mas fruto de las muchisimas partidas jugadas en su vida que de una tecnica realmente aprendida o desarrollada. Sin menoscabo de su capacidad y agilidad mental, aunque a veces dormitaba sin querer, debo decir que es implacable, tiene una paciencia abrumadora y su obsesion es ganar. Cuando lo hace,inevitablemente  repite a quien se acerca su edad, la cantidad de personas que escriben diariamente de el, entre los que debo de encontrarme hoy, y su caso como fenomeno mundial de Unico ser humano vivo con su edad capaz de desarrollar lo que desarrolla, y tener los sentidos, con tanta agudeza o mas, que con 50 años tuviera otro.
No usa gafas, ni sonotone, habla sin gran esfuerzo, respira algo acelerado pero sin ruido  esta relajado y sin concesion a los movimientos inutiles. Es agil de movimiento con las manos y dedos , rapido y presto a los movimientos del tablero. Tablero que dice haber ganado en California en un campeonato y que lleva envuelto en medio carton, sucio y raido, y que juntamente con una caja de tapa de plastico transparente deslizante, donde guarda las 32 figuras blancas y negras tras un lentisimo recuento que efectua varias veces, deposita a su vez en una enorme bolsa de plastico totalmente desvahida, de los Almacenes Roca de todo a 100 de Las Palmas de G.C.

Presume de hablar 11 idiomas, de ser Ingeniero, Psicologo, y Doctor en Economia. De tener amplios conocimientos de medicina, de haber recorrido el mundo entero, de no viajar en avion al haberse estrellado hace 20 años en un gran siniestro aereo, del que solo el salio ileso y una persona mas, una mujer herida, de estar aun en Activo, de irse a Australia a trabajar en los proximos dias, a reparar maquinas. A trabajar  aun en la Industria Suiza de precision , de haber sido un inmigrante Polaco, que a los 5 años, consiguio la Nacionalidad Argentina, pais que sus padres eligieron para vivir el sueño americano, circunstancia que lo debio de marcar mucho, y que seguramente seria la obsesion de su familia y por ende de el, ya que lo repite con orgullo y aplomo. Presume, al no haber tenido hijos, como del mayor éxito de su vida,de vivir solo, de no tener familiares ni parientes, de ser vegetariano hace 50 años, de no haber fumado nunca, de haber bebido poco y ya mas de 30 años si beber, de haberse casado una sola vez y sobre todo de haberle aumentado a su mujer en 11 años la vida, al trasladarse a Las Palmas y cuidarla hasta su final.

ECCE HOMO

Este curioso personaje, Unico en el mundo, como el repite, viaja solo por todas partes,  según el, 6 meses al año viaja en barcos,necesita que se le ayuda a levantarse, sentarse, caminar, que sera para hacer necesidades, vestirse, trasladar algun objeto. Cuanto mas para ir en un Barco de las Carcteristicas de este en el que nos encontramos que esta diseñado para torturar a atletas de Pentatlon.
Dice que psicologicamente no soportaria a un cuidador, pero usa a nuevos diariamente. Todos picamos, le ayudamos, lo llevamos, lo sentamos, los camareros hasta a las 2 de la mañana abren una habitacion equivocada al grito de que el anciano necesita descansar, y no es la acertada, ya que le dio un numero erroneo, no lo recordaba bien, era parecido. Usa un camarote cuadruple, donde evidentemente no deja dormir a nadie, lo tiene tan cargado de raidas maletas y bultos esparcidos, que un compañero de cuarto se tuvo que acostar vestido y sin saber que habia servicio en el cuarto al tenerlo el colapsado de bultos.

Esta descontento con su deterioro fisico muscular,  solo el cerebro es algo valido, opina, quiere ir a Lisboa y luego a Singapore, solo, con un ayudante nuevo cada hora. Los engancha en el Ajedrez y los maltrata si no le obedecen o hacen algo que no considera conveniente. Ayer nos equivocamos de lugar al dirigirnos al ascensor y nos tiro una bronca.

Es un hombre unico. Yo suponia que esta mañana no apareceria pero, a las 10 en punto, como por arte de magia estaba ahí en su mesa con el ajedrez, pescando ayudantes, se habia cambiado la camisa al menos, ahora era negra. Las zapatillas ahora eran unas sandalias. Mismo traje, camiseta verdenegra y cinturon raido. Estaba peor, se dormia, se hizo pis encima, pero aun le quedo arrestos para ganarle al Malagueño que cantaba victoria y le daba lecciones, reacciono y le viro la partida, pero, ya nos tenia a todos muy vistos. Hablo de haber sido campeon mundial, una novedad, de ajedrez, de las exelencias de la pitanza maritima,  por lo que creo que su salud mental no es tan asombrosa,y se lo llevo el camarero a comer y a dormir ya que no tenia clientes a quien endosarse.
Herr R, paso por delante camino del ascensor para ir a dormir del brazo del camarero, su mancha de pis se habia secado en el traje, no asi en el sillon donde se  habia sentado un Teuton borracho.
 Esta solo, viaja solo, no quiere a nadie, es el precio de su libertad, esta aquí y asi por su voluntad. No me da pena.
Adiós Herr. R.
A bordo, en alta mar.
L.M. Soriano


0 comentarios:

Publicar un comentario

Parerga y otras historias secundarias o accesorias y algunas vidas extraordinarias

Presentación del libro: 'Parerga y otras historias secundarias o accesorias y algunas vidas extraordinarias' Autor: Lorenzo M. Soriano Rodríguez Presenta: D. Octavio Calderín, Miembro Junta Directiva - Conservador de la RSEAPT
Separador