Trabajo o Salario

                                                                                                                                                                                        SALARIO O..... TRABAJO                                                                                                                                                   L.Soriano.
Aconsejar es una práctica que no ejerzo. El consejo disminuye al aconsejado desde mi punto de vista. Informar, y en cualquier caso sugerir, predico, y los que no necesiten esta información o sugerencia, que por favor me disculpen.  Esto no va con ellos.                                                             Sinceramente me apena y me indigna que haya tantos parados y que por ello, no tengan posibilidad de conseguir el sustento necesario para vivir dignamente y mantener a sus familias.                         Es lamentable, asimismo, que ninguno de nuestros Políticos de clase alguna ni de nivel alguno, haya dejado hasta hoy de cobrar sus autoreglados emolumentos. No es cuestión de si tienen derecho o no, que yo creo que no, aunque admita discrepancias por descontado. Y creo que no, porque la política es voluntaria, debe  ser temporal el dedicarse a ella, y debe ser en cualquier caso quien relegue su “paga”, a que el último de los parados, dependientes o discapacitados, haya cobrado lo suficiente para subsistir con cierta dignidad. Esa es mi opinión y creo que está fundamentada.
Sin embargo, nos vemos en otro gran saco de problemas para conseguir que el desempleo desaparezca. Entre los más conspicuos esta el exceso de “derechos”. Este avispero en el que me meto, no es por casualidad que lo haga. Nos han gobernado a base de darnos derechos imposibles de sostener, de dar subvenciones que no podíamos cubrir, y de darnos ciertas prebendas que no podemos permitirnos.
En cualquier caso, el peor enemigo del empleo, en primerísimo lugar, es el Gobierno, que sube impuestos, cargas sociales y tasas fiscales, sube la energía, los combustibles y los transportes y no vigila a las entidades financieras para que no nos asalten. Que además  incoa o no desmonta Leyes y obligaciones que desincentivan la contratación. Las Administraciones que quieren vivir de nosotros y se entrometen en la relación, no para proteger sino para asegurarse su nómina,  solo consiguen ser  letal para el empleo, haciendo que los negocios o las industrias o los comercios sean inviables con este modelo que se nos ha impuesto, imposible de funcionar, para tener ellos asegurado su pesebre. Esto “obliga” a los empresarios y autónomos, al los empleadores en suma, a  sumergirse o a cerrar, y en cualquier caso destruye empleo.  Luego, en segundo lugar,  es o somos, los que buscamos empleo lo siguientes actores del drama.  Debemos saber dos cosas: la primera, que jamás volveremos a estar como estábamos, entendiendo jamás como algo muy  difícil y muy  lejano, nunca imposible o sujeto a milagro.  La segunda, tema de este mensaje, que debemos de buscar un trabajo, no un salario.
La búsqueda de empleo, es la búsqueda de un puesto de trabajo, digno y con posibilidades de a corto o medio plazo prosperar o ayudarnos a ese salto que de verdad anhelamos.                      Sin embargo hoy, los solicitantes de empleo que no sean de primer trabajo, son hartamente difíciles de recolocar. Ya de entrada, la prestación por desempleo, tal y como está estructurada, evita que muchos busquen trabajo ya que si encuentran nuevo empleo con salario más bajo, pierden la prestación que hubiesen conseguido de salario más alto. Por lo que es más factible, esperar a que termine que emplearse y perder derechos.  Pero, a lo que íbamos. Los antiguos empleados con tanto “derecho y privilegio”, aunque les parezca un disparate lo que digo, deberían ver él porque estamos a nivel mundial, a la cola de productividad, campeones del absentismo y lideres en las decenas de festivos reales o tomados casi “a la fuerza”. Si a esto sumamos que de las 8 horas que se nos contrata, en el puesto de trabajo una gran mayoría no pasa ni 6, por lo que todos sabemos y vemos, y otras paradas consentidas o no, el resultado es catastrófico.  Si, esto no va a gustar, no suele entenderse a los que decimos  que trabajamos poco para lo que necesitamos ganar,merezcamoslo o no. Y  nunca gusta que nos recorten, pero esto es lo que hace que sea tan difícil lograr empleo. La mayoría de los solicitantes, desgraciadamente no buscan un trabajo que desarrollar, solamente buscan un salario para poder pagar sus inevitables facturas. Es un matiz importante, no es baladí, ya que  la búsqueda de un salario únicamente, la nota el empleador por muy tonto que parezca, y cada vez hay menos, ya que los tontos cierran.  La búsqueda de un empleo, por el que por ende se va a recibir un salario, es otra cosa bien distinta. Cuando se solicita un trabajo, casi siempre se consigue, cuando se solicita un salario los rechazos son mayoría e incluso son engaños para buscadores de “mínimo esfuerzo y máxima paga”.
Así pues, si conseguimos que se vayan los funcionarios improductivos, los políticos innecesarios y los amiguetes del poder obstruccionistas y acaparadores, podremos enseguida empezar a crear confianza empresarial para conseguir un empleo, un trabajo, por el que se nos deberá pagar un salario y respetar ciertas reglas y derechos lógicos y posibles.  Si son razonables respecto al país en que vivimos, a lo que producimos y a lo que podemos aspirar, todo se resolverá con gran inmediatez. Sin embargo las primeras dos líneas de este último párrafo será lo más difícil de conseguir, lo demás lo podremos negociar cuando demostremos que nos gustaría encontrar un trabajo, que no un salario aunque aquel lo conlleve necesaria y merecidamente.                                                                 A reflexionar.

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