PRESIDENTES…por Accidentes. L. Soriano Si estamos convencidos que el triunfo de ZP hace 8 años fue por el desgraciado atentado aun inaclarado oficialmente por motivos difíciles de asumir, tenemos que admitir también que la arribada de Rajoy al poder es también “ a pesar” de él. Esto causa una enorme tristeza a una gran parte de la ciudadanía. Zp gana unas primarias de rencor por un voto, y un desinteresado por la política llega tras un montaje cuando menos extraño con un millar de afectados y 200 muertos se ve al mando de un país dejándolo como unos “zorros”, y desmantelando todo lo conseguido en los últimos 100 años. No fue un Presidente que llega con la ilusión de haber ganado barriendo y con la ilusión de todos. En el otro lado, puede que Arriola y los arriolistas estén celebrando su triunfo, pero estoy seguro que coincidirán conmigo que Rajoy ha llegado al poder, sin bombas de por medio, pero “a pesar de él”. Se le ha votado con resignación, no con ilusión y como mal menor. Tampoco hubiese ganado Rajoy hace 8 años, hubiese ganado el “designado por Aznar”, pero en ningún caso gracias a él. Al común de los españoles no les gusta el perfil de Rajoy, como no le gustaba el perfil de Calvo Sotelo. Son serios, preparados, eficaces, entregados,….pero sin la picardía carismática, provocadora y frentista, que se necesita para gobernar en España. Eso es una crítica a nuestro carpetovetonismo hispano y así quiero aclararlo. Tampoco ha gustado que se cogiera de la manita con Merkel, preferían que le llamáramos “fracasada”, así como idiota a Blair, y que nos fuésemos a abrazar a Castro y a Hugo, a Evo y a Correa, incluso a Mohamed, antes que llevarnos bien con Obama y no digo con el demonio Bush. Nuestra crisis añadida deviene de todo esto, de todos esos polvos son estos lodos.
Sin embargo, al parecer no reciben bien el mensaje de los que les votan. Conozco a decenas de personas cercanas que votaron en su día a ZP, como a centenares que han votado ahora a Rajoy. Para que hicieran algo. ZP los ignoro y se dedico a sus maniáticas y peligrosas elucubraciones con el resultado de muerte económica y social. Rajoy pretende rodearse de cierta aura de moderación que convenza a la izquierda que le odia. No lo conseguirá ni siquiera nombrando a submarinos como Wert, ni halagando a los cejudos o a Wyoming. Se le ha nombrado para que limpie este país de corruptos dentro y fuera de su casa, de adoctrinamiento de extrema izquierda, de enfrentamiento histórico, de alianzas vergonzosas y de separatistas envueltos en nacionalismos ultramontanos. Aunque no sé si el registrador lo entiende. A Reflexionar.
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