PRIORIDADES.-
L.Soriano 
En
la teoría de anteponer lo Urgente a lo Importante por necesidades del guion o
de la catástrofe, a veces nos encontramos con infiltrados que nos dejan pistas
falsas para elegir de entre lo posible lo mejor y logran desviar las atenciones
y alcanzar los verdaderos objetivos deseables para los ciudadanos. Desde luego que centrar el debate de los
pactos necesarios a los que obligan los lógicos resultados que han salido de
estas elecciones en si se celebra o no un referéndum ilegal Catalán es ya el
acabose. Entendemos que la calidad de la representación ciudadana que ha
conseguido posicionarse en posibilidad de gobernar, es bastante deficiente en
apariencia, pero no más que la actual, piénsenlo. Además han salido de lo que
hemos creado entre todos. Si nos salió el hijo tonto o desquiciado, algo
habremos tenido que ver. Aquí no se autocritica nadie. Y aquí, no dimite nadie.
Pierden elecciones tras elecciones con bajadas insultantes de votos y escaños y
siguen queriendo insistir. Otros ganan unos votitos en compañía de aberrantes
opinadores maestros del Agit-Prop y creen que ya son Virreyes de Nueva España. Yo quiero el referéndum, pero el de todos los
españoles, si es que tengo que renunciar a un trozo de lo mío. Que vengan unos
pocos del 5ºderecha , además con una gran parte de la "base social"
de dudoso arraigo y escaso "record" hispánico, algunos empadronados
con billetes de autobús, a decidir sobre
"lo mío", me parece una ofensa a todas las pituitarias y demás glándulas
de secreción externa e interna. Que el
voto sea nacional y yo votare a bríos y a Independizarme de Cataluña como que existe
el mar. Además apoyar que unos pocos que se consideran superiores y más ricos
dejen a los más pobres, es de dudosa explicación "social"
izquierdosa. Pero ni lo pidieron en la campaña ni lo piden ahora. Aquí nadie se
compromete a nada serio sino a dar trigo sin cosechar. En escala de uno a mil,
el "asunto" catalán ocuparía el puesto 1001, en la lista de cosas
prioritarias Importantes y urgentes que necesita plantearse este país. Tonterías
y banalidades las justas en un país que tiene una regeneración pendiente a
todos los niveles, de todas las instituciones, y de todos los estamentos de la administración
publica. No solo hay que derogar y sustituir leyes electorales absurdas, sistemas
judiciales aberrantes, educativos, sanitarios, agrícolas , industriales y turísticos,
sino que definir el modelo que enmarcado en un sistema se ha quedado rígido e
inoperante además de erradicar la corrupción con disuasivas medidas y penas de
peso y calado para los que la practiquen. Imponer la meritocracia frente a la
amisto/parento-cracia y sobre todo, acabar con la indefensión, la falta de respeto al ciudadano frente a la administración,
e imponer el rigor y la escrupulosidad en el trato de los recursos de todos los
españoles, con responsabilidad y con legisladores serios que incoen los mínimos
necesarios preceptos que mantengan la socialidad sin subvenciones ni fuga de
recursos en la compra de voluntades. Las prioridades que estén bien claras ,
estudiadas y definidas. Fíjense en si hay cosas que pactar antes de machangadas
utópicas.
En
la teoría de anteponer lo Urgente a lo Importante por necesidades del guion o
de la catástrofe, a veces nos encontramos con infiltrados que nos dejan pistas
falsas para elegir de entre lo posible lo mejor y logran desviar las atenciones
y alcanzar los verdaderos objetivos deseables para los ciudadanos. Desde luego que centrar el debate de los
pactos necesarios a los que obligan los lógicos resultados que han salido de
estas elecciones en si se celebra o no un referéndum ilegal Catalán es ya el
acabose. Entendemos que la calidad de la representación ciudadana que ha
conseguido posicionarse en posibilidad de gobernar, es bastante deficiente en
apariencia, pero no más que la actual, piénsenlo. Además han salido de lo que
hemos creado entre todos. Si nos salió el hijo tonto o desquiciado, algo
habremos tenido que ver. Aquí no se autocritica nadie. Y aquí, no dimite nadie.
Pierden elecciones tras elecciones con bajadas insultantes de votos y escaños y
siguen queriendo insistir. Otros ganan unos votitos en compañía de aberrantes
opinadores maestros del Agit-Prop y creen que ya son Virreyes de Nueva España. Yo quiero el referéndum, pero el de todos los
españoles, si es que tengo que renunciar a un trozo de lo mío. Que vengan unos
pocos del 5ºderecha , además con una gran parte de la "base social"
de dudoso arraigo y escaso "record" hispánico, algunos empadronados
con billetes de autobús, a decidir sobre
"lo mío", me parece una ofensa a todas las pituitarias y demás glándulas
de secreción externa e interna. Que el
voto sea nacional y yo votare a bríos y a Independizarme de Cataluña como que existe
el mar. Además apoyar que unos pocos que se consideran superiores y más ricos
dejen a los más pobres, es de dudosa explicación "social"
izquierdosa. Pero ni lo pidieron en la campaña ni lo piden ahora. Aquí nadie se
compromete a nada serio sino a dar trigo sin cosechar. En escala de uno a mil,
el "asunto" catalán ocuparía el puesto 1001, en la lista de cosas
prioritarias Importantes y urgentes que necesita plantearse este país. Tonterías
y banalidades las justas en un país que tiene una regeneración pendiente a
todos los niveles, de todas las instituciones, y de todos los estamentos de la administración
publica. No solo hay que derogar y sustituir leyes electorales absurdas, sistemas
judiciales aberrantes, educativos, sanitarios, agrícolas , industriales y turísticos,
sino que definir el modelo que enmarcado en un sistema se ha quedado rígido e
inoperante además de erradicar la corrupción con disuasivas medidas y penas de
peso y calado para los que la practiquen. Imponer la meritocracia frente a la
amisto/parento-cracia y sobre todo, acabar con la indefensión, la falta de respeto al ciudadano frente a la administración,
e imponer el rigor y la escrupulosidad en el trato de los recursos de todos los
españoles, con responsabilidad y con legisladores serios que incoen los mínimos
necesarios preceptos que mantengan la socialidad sin subvenciones ni fuga de
recursos en la compra de voluntades. Las prioridades que estén bien claras ,
estudiadas y definidas. Fíjense en si hay cosas que pactar antes de machangadas
utópicas.
A reflexionar
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