Violeta
Yangüela
Cuenta
Indro Montanelli en su libro “Historia de los griegos” que los atenienses
hicieron de la necesidad virtud y aprendieron a aprovechar al máximo sus magros
recursos y administrarlos con sensatez.
Dentro de esa sensatez crearon su moneda: la dracma, con el contenido de
plata que jamás fue alterado y dándole un valor estable, la convirtieron en lo que hoy seria
calificada como moneda de cambio internacional.
Porque
las monedas no eran fácilmente transportables, los ahorros fueron depositados
en los ¡¡templos!! Con la propuesta de la creación de un fondo común de
los demás estados-ciudades, algo así como un banco central en lenguaje actual,
nombraron un presidente. ¡¡Apolo de
Delfos!!
Es
que los antiguos hombres griegos de la tierra de los filósofos, no eran
divinos, pero los dioses griegos eran humanos y ahí fue donde se complicó el
asunto. Es que no es lo mismo la
divinidad que la condición humana.
También
cuentan que para solucionar el asunto de las transacciones financieras, los
cambistas, asunto humano que no divino,
realizaban sus transacciones financieras sentados un una banca. La señal de la quiebra consistía en romper la
banca. La banca-rota. No se sabe si los
demás cambistas que compartían la mesa “bancaria” fueron solidarios con los
de la banca-rota.
Parecería
que en la actualidad los griegos están con la banca-rota y por suerte sus
compañeros sentados en la mesa financiera del euro han ido en su rescate. El problema es que ahora no son templos y mucho
menos el presidente es el Apolo de Delfos. Se trata de la Comisión Europea, el
Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) lo que en
un principio se le llamó la Troika y que ahora son las instituciones y los
prestamistas son socios. Asunto de semántica.
El
primer rescate por la suma de 110,000 millones de euros se realiza en mayo del
2010 y por supuesto las condiciones para el pago del préstamo es tarea que el
gobierno de Grecia debe cumplir. Así comienzan los desembolsos. Dicen los que
llevan las cuentas que en el 2009 el
déficit griego era de 13.6% y su deuda el 113% de su PIB. En
realidad, Grecia ha recibido el equivalente a
54 planes Marshall (214% de su PIB) y una quita del 70% de su deuda. Y con los desembolsos, también los
tropiezos.
Irrumpe
en la arena política Syriza y su líder Alexis Tsipras con la creación de una
comisión para auditar la deuda pública helena. La Comisión de la Verdad
sobre
la Deuda Pública,
cuyo fin es determinar si la deuda contraída por el Estado heleno es legítima o
no. "Toda la evidencia que presentamos en este informe muestra que Grecia no sólo no tiene la capacidad de pagar esta
deuda, sino que tampoco debe pagarla porque vulnera los derechos
humanos fundamentales de la población griega y por tanto, llegamos a la
conclusión de que Grecia no debería pagar esta deuda porque es ilegal, ilegítima y odiosa".
Afirman que Grecia no debe pagar la deuda contraída desde 2010 a 2015.
La comisión detalla que las autoridades griegas,
junto a otros Gobiernos de la Unión Europea, "conspiraron contra la
reestructuración de la deuda pública
para proteger a las instituciones financieras". La presidenta de la Cámara
reiteró que el pueblo griego no es responsable de la deuda pública, sino
"víctima" de ella. ¡La conspiración no podía faltar!
Parecería que los préstamos fueron tomados por
los dioses griegos.