¿AVERSIÓN?
Violeta Yangüela
Dice
la Real Academia Española que fobia es “aversión exagerada a alguien o a
algo”. A las instituciones que se ocupan y se preocupan del uso de las palabras
se supone que escogerán la islamofobia como la palabra del año. Parecería que
la sociedad occidental ha elegido la islamofobia como el argumento válido para
los que se atreven con sus críticas a
“ofender” el Islam.
Decía
Barack Hussein Obama en su discurso en el Cairo en el 2009, “he venido hasta
aquí para buscar una nueva relación entre Estados Unidos y los musulmanes del
mundo que está basada en el interés mutuo y el mutuo respeto, que está basada
en la verdad de que América y el Islam no se excluyen y no necesitan estar en
competencia. En cambio coinciden y
comparten principios comunes de justicia, progreso, tolerancia y dignidad de
personas”.
No
se sabía que Estados Unidos y el Islam comparten principios comunes de justicia
que incluyen, por ejemplo, la no
diferencia entre estado y religión, muerte a los no creyentes, la lapidación a
las mujeres infieles, la condena a muerte por apostasía, el ahorcamiento a los
homosexuales y se acepta la pedofilia
como buena y válida siguiendo las acciones del Profeta y su matrimonio con una
edad de más de 50 años con la niña Aisha
de seis años y consumado a los nueve.
Agregaba que
“he conocido el Islam en tres continentes y esa experiencia guía mi convicción de que la
colaboración entre América y el Islam debe basarse en lo que es el Islam, no en
lo que no es. Considero que parte de mi
responsabilidad como presidente de Estados Unidos es la lucha contra los
estereotipos negativos del Islam allí donde surjan”.
Y
llega la islamofobia.
¿Se
podría saber cuál es el Islam y cuáles son los estereotipos que surjan? ¿Acaso
Al Qaeda y sus franquicias no son islámicas? Decía Ozama ibn Laden que “es una
orden de Alá purificar el Islam de todos los no creyentes, especialmente la
península de Arabia, y es deseo de Alá
liberar la tierra santa de cruzados, judíos y norteamericanos y Ozama es un servidor
de Alá y solo cumple su deber. Matar a los norteamericanos y a sus aliados es
un deber para cualquier musulmán”.
Ahora
le toca el turno al llamado Califato Islámico y su yihad. Dicen que ese no es
Islam.
De
acuerdo con los expertos del Islam, la yihad, palabra que significa lucha,
esfuerzo, es una obligación de todo musulmán.
Algunos los interpretan como una lucha espiritual y moral y la gran
mayoría lo entiende en sentido militar.
Esta interpretación militar se fundamenta en la universalidad de la revelación, de que
el mensaje de Alá es para toda la humanidad y es deber de cada musulmán
convertir o subyugar a los que se niegan a aceptarlo. La obligación no tiene espacio ni tiempo y
debe continuar hasta que el mundo acepte la fe islámica. No podrá terminar con un acuerdo de paz sino
con la victoria final.
Islamofobia,
¿aversión exagerada?
v.yanguela@codetel.net.do