L.
Soriano
Lo
que realmente propone este socialismo virtual de falso talante, pseudo progresismo
y confusionismo folclórico, pudiera parecer un “buenismo” pacifista y
apaciguador.
No
sólo están trastocados los conceptos a todos los niveles por el objetivo último
y primero de ganar elecciones ante un electorado bien compacto con movilidad 0
en cuestión de voto, sino que además, son transgresores de lo que sea, con tal
de que se identifiquen con su “marca”. Ellos pueden ciscarse en la madre que
parió al adversario, pero el adversario al llamarles tontos o bobos, e incluso
inútiles indocumentados, alteran la estabilidad mundial y el universo entero.
Sus
circos, llenos de titiriteros egoístas y pelotas interesados, están llenos de
soflamas y proclamas, grandilocuentes, vanas, vacías, vacuas.
Olocracia,
exacerbación y fervor de masas, como si de predicadores medievales se tratara. Después,
los Luca Brassi de turno, hacen el trabajo cloaquero, y las Yayas rojas, como
la Antonia Iglesias, para que me entiendan, barren con agresividad incontenida
cualquier intento de aproximarse a lo concreto y serio.
Lo
que se pretende no es un cambio de modelo, necesario sin duda, en profundidad y
a conciencia. Cambios que incluyan el cese del subvencionismo, el fin del
Estado paternalista, nefasto coordinador,
malísimo administrador, manumitidor sesgado, el fin de la apatía provocada con
el objetivo perseguido o no, de crear mano de obra sin preparación alguna, o el
votante continuo cautivo, el acabar con la fiesta perpetua. Modelo Andalucía o
Extremadura, tras 30 largos años bajo bota socialista, aún a la cola de Europa,
y eso únicamente se puede lograr si es lo que se pretende, no es casual ni
fortuito, ni de genes, ni de raza.
Cambios
que incluyan muchos derechos, ante los gobernantes sobre todo, pero muchas
responsabilidades también. Excitar ánimos de lucha, de superación, de trabajo
duro, estudio permanente, competencia, liderazgo, búsqueda de éxito por el
camino del esfuerzo y la superación. Justicia y equidad, premios a quien se
sobrepone a la molicie del ocio, respeto a los demás, respeto a lo obtenido con
licitud y trabajo, reconocimiento a los entregados y capaces, a los creadores,
innovadores y estudiosos e inventores.
Leyes
laborales incentivadoras de trabajar, no de buscar trucos para conseguir
prestaciones. Cheque sanitario, cheque
escolar, copago de servicios, dignidad, moral, valores, respeto al
contribuyente, al administrado. Y orden en las Corporaciones Autonómicas,
Locales y en general, contratación eficaz, rigor, trabajo y remuneración
acordes a valía y esfuerzo, cese de todos y cada uno de los privilegios y fin de los agravios
comparativos. Respeto a los autónomos, respeto a los creadores de empleo,
respeto a los trabajadores esforzados y
competentes, respeto a quienes buscan su primer empleo. Austeridad total con el dinero del contribuyente,
respeto total con las cuentas públicas y responsabilidades de quienes
alegremente dilapiden lo que con tanto
esfuerzo aportamos. Libertad y respeto a las ideologías, religiones y excepciones,
para una convivencia pacífica.
¿Hay
o no hay donde cambiar el modelo?
Sin
embargo, lo que se nos propone es todo un
cambio de Régimen. Confrontación regional, desprecio de la identidad, a la
bandera, a la lengua común, al sentimiento patrio, a la unidad y solidaridad
interregional, por un puñado de votos.
Silenciando
a la oposición, o integrándola a la “casta” política de cualquier signo,
acallando y cercenado las voces críticas y denunciadoras de atropellos de todo
tipo, conformando un ambiente de corrección política, donde nada exista fuera
de ella y que oculte vergüenzas y
actuaciones dolosas. Aplicando Leyes según conveniencia, o cambiándolas para
que se acerquen a intereses partidistas.
Reeducándonos al peor estilo Mao o Pot, para que opinemos lo que
“debemos” opinar según criterios de
peligrosos descerebrados inoculadores de veneno social. Antiamericanismo
y antisemitismo envidioso, Pro oscurantismos antidemocráticos y teocracias
discriminadoras.
Intentando
cambiar la historia, para reescribirla e inventándose un pasado a la medida de
sus intereses o a sus falsos sueños mas recurrentes, y sustituirla por un cuento soviético, creando una “iglesia” a
su medida, un laicismo a su medida, una masonería a su medida, unas leyes y
sentencias a su medida y una redistribución social a su medida. Recelo a las democracias y alabanzas a las satrapías,
leyes de discriminación positiva y de cuotas indignas y degradantes junto a
loas y subvenciones a religiones opresoras de las mujeres y los niños. Todo un
sin sentido, solo un objetivo, cambio de Régimen. Si ellos mandan, claro.
Y, ¿saben lo que es peor, si hubiera escalas?
El fomento de las minorías, lo cual es muy distinto del legitimo y necesario e
indiscutible respeto por ellas. No se pierdan en sus falacias y embustes
semánticos. Respeto, derechos e igualdad infinita para las minorías, pero
¿fomento? ¿Cuál es la verdadera intención? ¿A dónde nos-les lleva?
Fracasadas
las revoluciones, se inventan una vía “original” para llegar a los mismos
resultados. Dictadura de la Nomenclatura. Opresión y censura. Como lo añoran.
Si,
ya sé que suena estridente, chirriante, tenebroso, y que da dentera. Exagerado,
crispador, lo que quieran, no lo es según mi opinión, pero están en su derecho
si quieren expresarlo así. En este momento sin embargo, mi objetivo sólo es
hacerles reflexionar.
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