FOCUS FROM ASIA
FOCUS FROM ASIA
En mi habitual ruta por las Ferias asiáticas, me encuentro
en Thailandia.
El comentario esta vez, está concentrado en la APEC 2022,
que se ha celebrado estos días en Bangkok. Paralizando media ciudad y con la
otra media tomada por la policía y los manifestantes en protesta, se ha
celebrado la cumbre de la Cooperación Asia-Pacífico.
Contando con el apoyo de China, se trata de una unión de países
sin barreras para el intercambio de bienes y servicios. Países como Canadá,
USA, China y Australia, también son
miembros activos. Hoy son ya 21 los miembros adheridos.
Tan dispares países, hacen que el equilibrio entre ellos sea
frágil. A saber, Filipinas, exporta mano de obra cualificada, más que nada por
ser angloparlante, por lo que en los cruceros, turismo, hostelería, y en todo
lo que se precise el idioma, se está comiendo el mercado tradicional de empleo.
Eso provoca muchos problemas y conflictos entre los
miembros, de ahí las protestas de los que quieren que el país se cierre a los
miembros que puedan verse en posición de desventaja. Thailandia es un país muy
endogámico. Su cultura, su lengua, su comida y su clima, hacen que ellos
prefieran lo suyo antes que lo de otros, y se muestran reacios y refractarios a
asumir ciertas “obligaciones” por parte de los poderosos del grupo. Si observan
la inmigración, normalmente hay comunidades de los países emisores de emigrantes,
en casi todos los lugares, pero tailandeses, hay muy pocos que aguanten fuera
de su país, y no se ven comunidades en ningún otro sitio.
https://en.wikipedia.org/wiki/Thailand
Además de esta cumbre, donde Xi ha tenido un papel
protagonista especial, tenemos el Mundial de Fútbol.
El país que lo acoge es una Teocracia, basada en la Sharía.
Lo que es lo mismo, en el islamismo radical que ha llegado incluso a financiar y
a apoyar al Terrorismo islámico. También tienen conflictos con los miembros del
colectivo LGTB, a los que se llega a
condenar a la pena de muerte. No digamos ya lo de beber alcohol, estrictamente
prohibido por la Sharía.
No puedo entender como la FIFA en su carrera hacia el origen
del dinero ha podido elegir este destino, salvo por las inmensas lluvias de
millones que derraman sobre todo lo que pretenden los teócratas.
Las “maravillas” de la técnica y el lujo Islámico, no están
dirigidas hacia nosotros los europeos ni americanos, mayormente cristianos.
Saben que la dependencia energética de fósiles se acabará tarde o temprano,
pero que la demanda caerá sin duda en los próximos años. Ellos están
invirtiendo en ellos mismos, en sus afines y en su entorno, en sus
Disneylandias particulares, en sus edificios de oficinas y viviendas para sus
afines ideológicos y el mantenimiento de las Dictaduras, monarquías y
teocracias. No se olviden que ellos hasta hace poco prohibían el fútbol, y de
hecho muchos países del entorno de la Sharía, no lo acogen con simpatía. Al
contrario.
Nos usan para sus intereses futuros, que pasan por competir
con nuestra cultura y modo de vivir.
Las oficinas y los negocios, los profesionales y los
técnicos extranjeros, se quedarán hasta que se terminen las megalómanas
construcciones y las escandalosamente horteras y derrochadoras decoraciones.
Ellos ahora no sabrían cómo hacer nada de lo que les estamos ayudando a crear.
No tienen fábricas, ni diseño, ni ingeniería, ni nada propio. Lo absorben a
golpe de talonario. Y sus planes a medio plazo son recibir, y llenar con sus
correligionarios, con sus afines. Sustituirán los alfanjes sarracenos de
conquista sangrienta, por empleos y salarios para atender a los 1500 millones
de islamistas, de los que al menos 200 millones puedan tener capacidad de
gasto.
Nuestra civilización minada y en declive, la suya, la nueva
Estambul o Al-Qadisiyah de cúpulas doradas en auge por los próximos siglos.
No está mal el plan. Aquí, en Thailandia, los turistas,
europeos o americanos a los que llaman “farangs”, derivado del odio que les
tuvieron a los farangset franceses, están siendo sustituidos por japoneses, coreanos
y millones de chinos. Ya no nos necesitan. Ya no nos aguantan la altanería alemana
o inglesa, ni el chusquerío español o latino. Ya pueden y quieren prescindir de
nosotros.
La pandemia ha retrasado mucho estos planes, la verdad.
Millones de personas han vuelto a las Provincias de origen. Miles de comercios
y negocios cerrados. Miles de alquileres perdidos, miles de edificios y
propiedades en venta por falta de mantenimiento. Pero estas sociedades
asiáticas son muy dinámicas y autosuficientes. Y dependen poco de subvenciones
y ayudas estatales. Al menos las budistas y similares, no tanto las islamistas
que están adormecidas y ajenas al progreso intelectual por culpa de sus
creencias.
Bueno, ellos además no practican la democracia, ni nadie se
lo reprocha. El que se sale del plato, adiós, como vieron en China, que se
llevaron a saber dónde al antiguo Presidente, o como a Jack Ma, que de repente
desaparece del plano mediático, o aquí, aunque opera una monarquía
“parlamentaria”, Taksin Sinawatra, y un largo etc. son pruebas de que a medias
sólo.
En fin, este New World Order, que tanto anhelan todos los
políticos, aquí ya está muy establecido. Y así, pongamos las barbas a remojar
para que al arrancárnoslas nos duela menos.
A Reflexionar