Olas
L
Soriano
Hay olas que solo se pasan por debajo. Sobre todo las
olas que crean los poderes fácticos, los medios de comunicación y los dueños
del dinero. Falsas pero insuperables
en los momentos de cúspide.
Yo ya a mi edad, he superado muchas Olas. Pero solo unas
pocas han dejado huella profunda en mi espíritu. Y se las voy a contar, sin
esperar que coincidan conmigo. Ya saben. Contra mis argumentos admito a
contraste, todos los contrarios, pero contra mis percepciones, no admito
ninguna disquisición ni diálogo.
Mi primera OLA importante, fue la Guerra del Vietnam.
Cualquiera se atrevía, en Europa y en gran parte de América, a verla como
opción necesaria. Era en el
tablero una contienda sencilla. Teniendo la experiencia Coreana, del paralelo
38, establecer el Paralelo 17 en Vietnam, parecía lo más lógico. Corea del Norte se muere de hambre y de
terror político, y el Sur, es un país tecnológicamente avanzado, y una de las
primeras economías del Mundo. Pero a la muerte del Genocida Stalin, ni Malenkov, ni
Nikita K, y mucho menos el asesino Mao, iban a permitir ni por asomo una nueva
derrota en sus ambiciones imperialistas. Un nuevo Paralelo era inviable. USA quedaba muy
lejos del Sudeste Asiático. De la Conchinchina. Y como siempre, dejamos solos a los americanos para que
pusieran sus muertos y recibieran nuestras bofetadas y las de todos. Ellos
siempre se van, pero siempre son los malos. Cifras aceptadas por todos, estiman
que durante el periodo bélico, pudieron morir un millón de personas. Suponiendo
también como ocurrió en la Guerra de Irak, que la cifra de muertos por otras
causas que la de la guerra, estaban incluidas.
El Agit Prop rojo, que aprendió con Gramsci a usar la
propaganda siguiendo más tarde a Marshall Mc Luhan, envió a cientos de
corresponsales a la primera guerra mediática del mundo. Los americanos
practicaban la democracia defendiéndola, cosa que se ha visto inútil. Y los
reporteros de TV estaban en línea de frente para alimentar los telediarios del
mundo entero. Pues
bien, todo muerto es una tragedia, pero como los “ecologistas mortales”, la
“violencia pacifista” provoca también millones.
Los muertos acaecidos y no por muerte natural, desde el
punto y hora en que los Gringos, decidieron quitarse de en medio de una guerra
que les recriminamos todos, es difícil de cifrar. Sobre todo porque siguen
matando en los tres países comunistas, Laos, Cambodia y Vietnam. Baste con que
si sólo en Cambodia , el Ilustre asesino de POT, mato a 3,5 millones
reconocidos, en Laos unos dos millones, y en Vietnam del sur unos 6 millones de los 20 que habían. Serían unos
12 millones de muertos por la gloria del Comunismo. Personalmente creo que
pasan de 14, y repito, aun hoy, allí hacen lo que les sale del arco sin dar
cuentas a nadie.
Con la complacencia de quienes aullaban contra los
americanos. Era una OLA imparable oponerse. Los americanos, tenían que irse. Tenían
que dejarles matar a los opositores del Sur. Me recuerda al inicio y prolegómenos de nuestra guerra civil. Vean y
comparen. Hemos sido cómplices y aun lo somos de millones de muertos, y de
sacrificios inmensos de generaciones completas. Porcos estúpidos.
Mi segunda OLA, fue la del musulmán HUSSEIN OBAMA. Tan
magnitud tenía esa ola en todo el mundo, que oponerse a ella era suicidarse
política o económicamente. El chofer de un constructor arruinado, en la crisis
de ZP, me comentaba entusiasmado, cuando ganó Hussein O, “a ver si ese nos arregla la crisis esta”. Solo le faltó
la iglesia Obamita. Premio Nobel anticipado, y que no se lo han quitado aún.
Bombardeó nueve países, construyó mil Kms. de muro mejicano, despreció a los
cubanos de Miami apoyando a Castro y haciendo el ridículo, permitió el avance
nuclear Iraní, ninguneó a Israel y lo colocó en peligro de desaparición, dejó
que le mataran a su Embajador en Libia sin respuesta, y así hasta el infinito.
Pero Ahhhhmiiigooo, oponerse a la Ola Obama, aun hoy, y en algunos medios
jurásicos, es un pecado mortal.
Otra ola es la de la ideología de Género. Casualmente
aplicada en Occidente únicamente. En teocráticos, totalitarios o autoritarios,
ni se asoma. Y todos a aplaudirla aquí y a negarla allí. Es asfixiante,
antinatural, anticonstitucional y genera mucha violencia, pánico a la
heterosexualidad y relaciones de pareja con lo que conlleva en paralizar la
natalidad de Occidente. Las otras crecen exponencialmente, siendo cuestión de
estadística pura quien poblará y gobernará el mundo en 50 años.
Una Ola más, es la del “negocio climático”. Los creyentes
del Clima, los coches eléctricos con baterías asesinas de corta vida. No se
fijan en la Nuclear, caída la URSS que era la que le daba mala fama y hacía
peligrar al mundo. Ni por la del vapor, esa limpia limpia de verdad. No. La eléctrica
catastrófica. Sumados a los mencionados ecologistas mortales, los del clima,
nos dan días de ruina y miseria, “verde y sucia”. Y quieren que comamos pienso
no carne. Un dislate.
La ultima por ahora, es la Globalista. La del blanqueo
del Comunismo. La del New World Order. En política Totalitaria procomunista, en
economía, totalmente capitalista. Reconocen todos en la última expresión de
esta OLA, que engañaron, falsearon, robaron elecciones, crearon violencia
callejera, muertos, hasta pandemia, con la ONU movilizada. Pero…. había que
echar a Trump por su “incorrección política”. Era un patán, como decían de
Churchill otra vez. Y eso lo justificaba
todo. Ahora da igual. Misión cumplida con el apoyo de muchos de nosotros.
Diques y tetrapódos para las olas, equipos y oxigeno para pasarlas sumergidos.
Porque como las sigamos en rebaño o en tribu, colaboraremos con la destrucción
de nuestra identidad, de nuestros valores y de nuestra humanidad. Los que
apoyen estos disparates serán cómplices responsables de lo que ocurra.
A reflexionar.