TEMORES PIRRICOS
L
Soriano
Pirro,
Rey de Epiro y de Macedonia, paso toda su vida combatiendo, hasta morir en
batalla. En una de sus más importantes victorias contra los romanos, al
contemplar el campo de batalla una vez terminada, pronuncio la famosa frase que
ha pasado a la historia “Otra victoria como esta y volveré solo a casa”.
Sanchez
sufrió en su día una victoria Pírrica, por inútil y descorazonadora. Sus
partidarios se lo perdonan todo, y sus coaligados lo exprimen, dejándonos bien
ordeñados. Eso es lo que se ha conseguido, si es un mérito, que se les
reconozca. Dicen que los votantes somos listos, y sabemos mucho. Se
equivocan. Los votantes, normalmente son/somos una manada de analfabestias que
votan según sus particulares intereses o desde sus más profundas negruras y
carestías.
Decía
Machado, de 10 españoles, uno piensa y
el resto “Embiste”.
No
quiero, por falso, que se me diga que no opino lo mismo cuando ganan otros. No
es verdad. El votante vota a quien quiere, y en principio es o cree ser libre
de hacerlo, sepa o no de que va o sea de interés general o propio, incluso
puede que tenga sus rencores o manías. Sin embargo, con la que cae, con lo que
aparece a diario, con la realidad aplastante que acaece, mantenerse en el
continuismo, es de obcecados y temerarios cuando no de ignorantes y malvados.
Dejando ya a un lado ideologías y percepciones, el pensar que alguien tiene la
obligación de mantener las vías del enchufismo, del amiguismo, de la corrupción
y del desastre económico y social, es de ilusos tendenciosos. Sálveme yo húndanse los demás. Oigo
esos discursos jurásicos, como si aquí no hubiera Ley, Justicia ni Impuestos.
Veo esa cara de Griñan, espantado con su “victoria” en indulto plasmada, y ya
esperando, cuestión de oportunidad del momento, pasada a la firma. ¿Cómo iba a
resolver nada sin dinero? Se quejaba. El, ellos, los sociatas “pata negra”,
no están programado para crear riqueza, empleo, ilusión, empresas productivas,
ni nada con sentido común. Solo saben que dilapidar, enchufar, gastar y
recaudar. No se han dado cuenta de que no hay y ya no habrá solidaridad, al
menos sin riguroso control. Pero que nadie, ninguno de las decenas de partidos
que se presentaban hayan aportado nada de agradecer, nada, es inaudito. La
izquierda se aglutina y la derecha, se queda en casa. Y es que la derecha,
manejada por esos espantajos de la “Dinastía”,
se merece esa izquierda que tiene. Esa que después de más de 30 años en el
poder, han dejado un País, con más del 30% REAL, de paro, a la cola de Europa,
arruinada, semianalfabeta, y encenagada de corrupción;
Pues
aun así consiguen que continúe el sistema con su voto y su tozudez interesada.
Vivan las cadenas, ha sido la letra y el sonido que la votación dejó en su día
y puede volver a dejar.
Lástima
de pérdida de esfuerzo, si ocurriera de nuevo, que nos alejara de Europa, y de
la recuperación tardía.
A
Reflexionar.