DINAMITAR DESDE DENTRO.-
Hay partidos que se toman muy mal la “competencia”,
cuando creen que en ese espacio político, solo pueden, deben y quieren estar
ellos.
Hay líderes políticos que tratan de apoyar opciones
políticas ajenas a su ideología, de una manera muy especial, con el fin de
dividir a las opciones que se les enfrentan. Y cuando éstas se unen
peligrosamente, para el futuro político en torno a unas siglas adversarias o
enemigas, hay varias formas de enfrentar el problema.
Mitterrand, amamantó a sus pechos al JM Le Pen, el
viejo ultraderechista francés, al quedarse sin los “apoyos” de Marchais cuando
este pasó al Eurocomunismo, lo que les hacía parecer demasiado iguales. Así la
derecha estaba unida casi sin fisuras y ellos bastante divididos.
Soraya S de Santamaría, arropó con cariño a Podemos,
lo patrocinó, “obligó a los medios para que se hiciera visible cada día y
a darle una cancha y relevancia que apenas tenía. Incluso ordenó a Montoro que le perdonase los
pecadillos fiscales que había cometido, a la vez que descabezaba oponentes
internos amenazadores de liderazgos como Rato, Trillo, Oreja o Cascos. Soraya y Montoro “Quasimodo” que odiaba todo
lo que se meneaba, bajo el manto tutelar del Tancredo Rajoy, establecieron una
“dinastía” Pepera, donde sólo la pureza de sangre podía arribar.
El fenómeno Vox surge de modo distinto. Ningún partido
aspirante al poder, parecen sustentarlo.
El PP, por supuesto le teme más que a un Tornado Mexicano. Y el PSOE, al
principio, desplegó la artillería mántrica con los activistas y juramentados
miembros de la “Brunete Mediática” como fuerza de combate. Pensaban que el PP
se apoyaría en ellos y sumarían. Cosa que aún hoy parece lógica. Nunca
pensaron, que el PP sería el mascarón de Proa de los ataques a VOX. Creían que
sería un partido marginal más y que podrían usarlo para atacar al PP al venir
de sus bases el grueso de los militantes de la Formación Derechista.
Los del PP han hecho de todo. Marcar distancias,
insultarlos gravemente como hizo Casado, preferir pactar con el que pacta con
la escoria, y decirlo, y hasta volver a confiar en el difunto aún vivo PNV,
antes de que con VOX. Digo eso del PNV porque será deglutido por Bildu o como
se quieran llamar en el futuro, sin anestesia, poco a poco, como las serpientes
tragan a sus presas. Vox No sólo es necesario, sino imprescindible para la
regeneración española, y eso le duele a muchos, a muchísimos, que ven peligrar
sus poltronas, canonjías y convolutos, como pasó en USA.
Y hablando de serpientes, hablemos de Felipe González
en la época de su panegírico como “grande líder”. Cuando el Buscavidas,
traidor, totalitario y terrorista de Estado, llega a la invenerable senectud y
se dedica a apoyar al “Mal marginal” de ZP y Sánchez. De Felipe alguien dijo
que era un encantador de serpientes. Creo que quien discrepó fue “la víbora con
cataratas”, como llamó Guerra a Tierno Galván. Dijo: Felipe es una serpiente
encantadora.
Hasta ahora, nada les había funcionado contra Vox, y
se les echa el tiempo encima. Las pasadas generales, Madrid, Cataluña y
Castilla, les imponen ritmo. Andalucía les ha dado una tregua. Pero las
Elecciones se acercan y hay que usar otros medios. Si el PP cumpliera con sus
votantes, no haría falta Vox, pero esa vía está muerta. Los votantes del PP no
significan nada para la cúpula. Solo son rehenes a los que se engaña y ningunea
hasta límites insospechables.
A ver, pensemos. A Sánchez que Vox crezca un poco o se
mantenga, le conviene. A Feijóo se le daña el hígado pensar que se les pudiese
desplazar del liderazgo de la oposición, y en cualquier caso se niega a admitir
que si quiere llegar al poder debe ir junto a Vox. Queda claro que quien quiere
que la ecuación Vox desaparezca es Feijóo. “¿Cui prodest? ¿Cui bono?”. (¿A
quién beneficia?)
Esto sentado, ¿Quién está intentando dinamitar a VOX,
de la única manera que les queda? Sí,
cristalino está. Pero ¿cuál es el modo elegido? ¿Los Hassasins de Alamut, los
Luca Brasi de Corleone, los Juramentados Joloanos de Malcampo? Pues desde
dentro. Usan a quintacolumnistas, sembrados, comprados o alquilados,
submarinos, zapadores silenciosos que de repente colocan el explosivo y crean
la confusión y el pánico.
¿Quién usa y empuja a Olona por su ataque de celos y
falta de generosidad de Vox en su éxodo? ¿Quién usa comentarios de vieja de
visillo contra Espinosa, su agria y petulante mujer y trata además de
estigmatizar a Smith? ¿Quién estimula a “disidentes” o “arrepentidos” que
entonan el “penitenciagite” por haber pertenecido a Vox? ¿Quién encuentra a los
que “confiesan” sin duda ni rubor, haber conocido las cloacas y los hornos
nazis de VOX como proclaman en las televisiones y los medios a los que los
llevan por casualidad? Medios por otra parte afines a la izquierda porque no
hay otros en este país que jueguen tan sucio, y fascinados de deshacer la
unidad de la derecha.
El superlativo de asqueroso se llama Política, y como
acaba de pasar en Inglaterra, aquí muchos no quieren que cambie nada. Nos darán
la batalla desde trincheras asombrosas, y mantendrán el fuego sobre los
presuntos “amigos” antes de abandonar las ubérrimas ubres del poder y del
dinero. Y “Après moi, le déluge” (Después de mí, el diluvio), como dijo
Luis XV.
A reflexionar