PARAISOS….. FISCALES.-
L.
Soriano
Yo quisiera volver a vivir en una zona franca o en un paraíso
fiscal. Es más, yo desearía que cada día hubiese más paraísos fiscales hasta
que todo el mundo fuera uno. Bueno, no se me alteren y permítanme una
explicación. Estamos tratando este tema al hilo de la “carajera” que se arma
con la yenkita de la UE, dando cal y arena ora a Londres, ora a Madrid. Aquí,-decia hoy un contertulio radiofónico-,
tenemos ministros de Exteriores, sin embargo el Reino Unido tiene Política exterior
concreta. No quisiera ser yo malvado y comparar a Curro con Margallo, pero las
diferencias, abismales en aspectos determinados, son escasas en la mayoría de
los perfiles. Pero, reflexionemos
porque ciertamente la intoxicación, la manipulación y la demonización que
practican los gobiernos contra empresarios, sistemas fiscales, incentivos y paraísos
es muy tergiversadora. Centrándonos en
el asunto de marras, el caso de Gibraltar y el contrabando que se produce por
la frontera, este es fruto mayormente de la crisis inmensa en la que vive el
Campo de Gibraltar, Cádiz en particular, y la Andalucía propiedad absoluta de
la Izquierda en general. Si allí hubiese un Silicon Valley, o simplemente
trabajo digno, contrabandear con tabaco y perfumes ustedes comprenderán que no
se produciría. Si el contraste lo da el país de al lado, es el país de al lado
el que debe de tomar sus medidas. Y no me vengan con las gaitas demagógicas bastardas
y embusteras de que es para pensiones y sanidad, educación y justicia para lo
que se pierde la recaudación. Mientras los Pujoles sigan robando a manos llenas
y sigan libres y con escolta a mi gaitas no me cuenten, que no me insulten es
lo que requiero. No les voy a volver a machacar con la lista de lo prescindible,
ni con los cerros de chocolate, o con las junglas de loros. Yo quiero que los
impuestos bajen tanto, que el Estado intervenga tan poco, que los paraísos fiscales
no se identifiquen. Y no me vengan tampoco con lo de blanqueos, drogas, y sabe
que mas asuntos turbios que se producen aquí, allá, y acullá. Por supuesto que
para los delitos de drogas, abusos y demás, no hay que tener piedad, la policía
debe de actuar, los investigadores también y clausurar todo lo que sea delito.
Pero cercenar el modo de vida de los que no tienen otra cosa de que vivir o de
la manera de que otros quieren organizar su trabajo, siempre dentro de una
legalidad cumplible, es solamente proteger su tingladito. Masacrarnos a impuestos
y pretender obligar a que los demás países lo hagan con sus ciudadanos, para
que no les quiten “botín” a los “legales”, no solo es perverso sino mezquino.
Limpiemos primero de corrupción de todo tipo, desde la generalizada Institucional
hasta la última pequeña o privada. Establezcamos una rigurosa manera de
controlar el monto o caudal recaudatorio, con un infinito respeto al
contribuyente y con el castigo al delincuente de todo tipo. No tengan más saña
con quien esta más indefenso o menos protegido y dejen escapar a los poderosos
y protegidos de la Política y de las altas Instancias. Entonces, se vera que la
presión fiscal será tan escasa que harán innecesarios los paraísos fiscales, o
que todos lo seamos. A
reflexionar.
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