Llegados a este punto donde deberíamos estar atónitos por lo que ocurre a nuestro alrededor. Donde un gobierno con tan poca, quizás ya ninguna, vergüenza, para seguir gobernando o al menos manteniendo a tantos chamuscados y peor en sus puestos. Además, sin pudor alguno y con Sánchez diciendo cada vez más estupideces, y Pablo saltándose cada vez mas todo tipo de normas éticas, estéticas y legales. El caso Dina, no es transvaginal, es algo mucho peor. Hay una leva de Jueces adeptos y adictos a UP que se está formando para que la Justicia sea dirigida. Experiencia Castrovenezolana. Con el Rey y la Monarquía, o sea nuestro modelo de Estado, cuestionada y acosada por varios frentes y con pocos apoyos mostrados y manifestados, hará que quizás estén pensando en marcharse como su bisabuelo y nos dejen el marronazo de nuevo.
Con la patada doble al Gobierno de España, en las posaderas de la Calviño, que, basta de peloteo, es “sociapata” convencida, y no sé si sociópata, además de apoyar un gobierno con socios que apestan a lo peor de la política. Que gran favor nos han hecho. Solo faltaría que le dieran bidones de gasolina a los pirómanos.
Pues dándose todas estas premisas, el voto en las próximas elecciones habrá que reflexionarlo muy bien. Quizás sea la última oportunidad de enderezar esto y quizás hasta de votar. Lo primero es ver con quien tenemos menos diferencias. Sí, no afinidades, sino diferencias. Qué partido nos ofrece menos asuntos a rechazar.
Por otra parte, será bueno para todos, votar a quien le ofrezca más REVERSION de todo lo que nos han metido por la espalda y de frente sin que rechistáramos aprovechando nuestra ensoñación, y el confinamiento. Rajoy con su mayoría absoluta se negó a revertir, ni a modificar ningún disparate de los de ZP. Y Aznar se negó a limpiar las cloacas que hicieron posible el 11 M y la llegada del Desquiciado y nefasto, Jose Luis. Rajoy a demás traiciono a sus votantes al querer “pasar a la izquierda por la izquierda” como presumía el mal bicho de Montoro. Aquí hay que revertir, y espero que el programa de los partidos, no prometa más rollos sino que quitara decenas de leyes, fiscales, laborales, penales, sociales y económicas que están dañando la libertad, la convivencia, la economía y el desarrollo. No podemos consentir que consoliden separatismos, persecuciones lingüísticas, monopolios mediáticos, uso/abuso de contratación, remuneración, subvención y ayudas que los gobiernos manejan a su conveniencia e interés. Que haya personas al margen de la Ley, de las Leyes, de la Constitución. Que haya Jueces y fiscales conspirando para favorecer a un determinado grupo.
Tenemos que revertir Gasto Publico, mayormente gasto corriente, contratación pública, amistocracias y parentocracias, adema de nacionalismos baratos, duplicidades perversas, e inmigración ilegal para convertirlos en censo y votante. Mientras en España, las pensiones, muchas, sean de hambre, las prestaciones de las incapacidades rayen en ridículas, mientras las listas de espera sean de años, y en los campos y en los pueblos al igual que en las ciudades, se pasen necesidades o insuficiencias de dignidad de vida. Y donde el mito de la mejor sanidad, lo mantienen apenas los profesionales que la ejercen- Mientras esto ocurra, no podemos abrir nuestro país a los que vienen aquí a curarse o a que los mantengamos o a parasitear y a pastar del presupuesto que nos confiscan. Es injusticia social, y además raya en lo criminal.
Así pues, a reflexionar muy cuidadosamente, y a poyar a quien nos asusta menos, además de vigilar los “pucheros “probables que querrán “cocinar”.
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