La Cuenta Satélite Turística (CST)
Definida
como la suma de las sumas, para elevar a su real importancia cualquier
actividad, se trata de, con argumentos y de una manera seria y concreta,
designar los elementos que forman parte de una manera directa de los ingresos
que se generan en el turismo, cuando de esta materia se trata.
Achacar
al turismo las realidades que provoca el mismo, en este caso adjudicarle sus
ingresos por naturaleza o que no se producirían sin él.
Se
consigue así tener la real posición de importancia en las estructuras de las
sociedades, estados u organizaciones, sean locales, nacionales o mundiales.
Muchas
veces, la importancia del turismo se la adjudican otros sectores, lo que
redunda en que dichos sectores basen su elevada proporción de influencia de una
manera ficticia o parasitaria, y tengan voz, voto, subvención, medios,
promoción, dotación, asientos en Consejos, cámaras y un largo etc., que en
realidad les corresponden a las estructuras turísticas, a los que trabajan por
el turismo, a los que viven del turismo y a los que promocionan el turismo.
El
remedo de esta injusticia lo trata de moderar esta actuación, auspiciada por la
CST, y, sobre todo, para que en la formula magistral se sepa dónde se gana y
cuánto y dónde se pierde y cuánto, midiendo sobre todo el impacto del turismo
sobre el conjunto de la economía de la nación, para deducir de ello lo que
afectaría si se perdiese.
Además,
al turismo, nuestra indiscutible primera fuente de ingresos, bienestar y renta,
según mi opinión se le debe de devolver una generosa parte de lo que de él se
recibe. Siendo un ente vivo, sujeto a fortalezas dadas o adquiridas,
permanentes o temporales, sufre también de debilidades, de delgadas líneas que
separan el éxito del fracaso. Hay que dotarlo permanentemente de lubricantes,
remozos y, sobre todo, eliminarle los obstáculos del camino para conseguir sus
lícitos objetivos, que entre otros consiguen el bienestar de la sociedad de
ámbito. La mezquindad con que se dota al turismo y sus infraestructuras es
fruto del desconocimiento manifiesto de lo que significa para la economía y
riqueza de una región o del estado. Sabiendo de verdad lo que aporta, quizás
aprendamos a respetarlo.
El
turismo es sensible, muy sensible y veleidoso. Sólo con naturaleza, orden,
limpieza y sanidad, seguridad física y jurídica, servicio, atención, calidad y,
cómo no, con cariño por el visitante se le cautiva para tiempo.
Así
pues que se le dé y se le asigne en la justa proporción de lo que produce, y
aquí la CST es el instrumento más eficaz.
A
reflexionar.
L. Soriano
Lo +
de Criterios
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