la verdad no gana elecciones

POLITICA ESPAÑOLA.- L Soriano
Sinceramente, vivir en un país donde “Político veraz no gana Elecciones”, se nos demuestra que es harto complicado. Si tenemos que vivir gobernados por quienes una y otra vez mienten, y cada vez más, con mentiras más graves, que provocan dramas, y lamentablemente….tragedias. Y presumen de mentir como via licita para llegar al poder. Fíjense en lo que ha dicho una Vicepresidenta, como muestra de lo que piensa de sus votantes a quienes desprecia. Quiere “una salida antifascista de la crisis”. Y, descorazonadamente, le funciona. He ahí la calidad intelectual y humana de gran parte de la ciudadanía que les vota. Y la falta de respeto que les muestran sus adorados lideres y las canalladas que perpetran.

Bien, la actualidad es de una obsolescencia brutal y se hace difícil escribir una crónica sin que quede ajada al terminarla. Los acontecimientos se precipitan como por un acantilado, sin freno sin control. Las noticias de lo que pasa o va a pasar, se suceden vertiginosamente, como si se tratara de un tren, que no para en estación alguna, pasando a toda velocidad, al que es imposible subirse.

La única salida que se atisba como posible, desde la tragedia que va a sucedernos en los próximos meses y quizás años, es la de resolver, por medio de la eliminación política de los gobernantes actuales. Las personas que forman este gobierno, todas sin excepción alguna, no son aptas ni capaces, y tampoco tienen, como primer objetivo, la intención de sacarnos pronto y minimizando daños, de las crisis que se nos han presentado. Crisis Social, Económica y Sanitaria, en el orden que prefieran poner, dependiendo de cómo les vaya la Feria. Su intención es “cambiar” a su gusto, ocurrencia y manera, las formas de relacionarnos, las leyes y sistema que nos hemos dado, sin tener un referente claro y seguro de que mejoraríamos todos como país y como personas y fuera sostenible en el tiempo, sin menoscabo de ninguna de nuestras libertades. Mas bien al contrario, sus declaraciones, sus referentes y sus antecedentes, son horrorosos, tétricos, totalitarios y aberrantes. Dan miedo y ellos si que no engañan en esto.



Una vez efectuada la “limpieza del gobierno”, por la via electoral, se procedería a la disolución absoluta de todas las cavernas, cloacas, mafias, corporativismos, amistocracias, parentocracias, y cualquier otro yacimiento de parásitos. Incluidas las asociaciones empresariales y sindicatos subvencionados, ongs varias y demás naderías pseudopoliticas, anti estupideces, y manumitidas por los gobiernos de turno hasta ahora. Ninguno, de ningún signo, ha querido jamás emprender esta imprescindible tarea. Entonces, lo razonable sería proceder a colocar en los puestos clave, una Tecnocracia absoluta, un gobierno ejecutivo de los mejores, al mando del País .Y, designados siempre, por los políticos responsables, de acuerdo a la representatividad electoral obtenida, que hayan sido elegidos democráticamente. Sin Sesgos de encuesta tendenciosa, y vigilando Pucherazos, antiguos y por llegar.

Esta situación, en España, esta fuera de la realidad en este momento. Pero, entendiendo que es utópica, al menos deberíamos fijarnosla como objetivo, aunque no pueda ser inmediata, su aplicación, por desgracia. Sin objetivo como hasta ahora, no tendremos meta a la que arribar y los planes se dificultaran.

Hasta ese momento, debemos estar unidos en el objetivo, y firmes en la oposición frontal. Sin mayorías cualificadas, no podrán cambiar todo lo que quisieran para acorralarnos y quedarse en el poder mucho tiempo. Debemos aprovechar esta crisis , que nos dejara mas desocupados, y salir, a defender lo nuestro con convicción. Aquí sí que nos va la vida y la de nuestros hijos. Rechacemos todo intento de gastar dinero público en compra de votos, medios y manumitidos, denunciémosles, y no pactemos nada, absolutamente nada con ellos, mientras sigan esos anti demócratas, ocupando áreas de poder, y derribando sistemas para ocuparlo.

Ya habrá tiempo de reformar o cambiar lo que falta hiciere, cuando los enemigos de la democracia, de España, del sistema de Gobierno se hayan erradicado. Hay que predicar, usar medios de comunicación que no sean temerosos ni estén comprados, haciéndoles además imposibles que destinen dinero a esa tarea.

Explorar yacimientos de votos, como son los colectivos abandonados, como viudas/os, personas con discapacidades, Autónomos y sus familias, empresarios y sus familias, personas dedicadas a servicios, todos los que no tienen prestaciones o están sumergidos. Convencerles de lo que es una realidad objetiva. ¿Creen que vivirán mejor con un gobierno de corte social comunista?. Creen de verdad los separatistas que los comunistas les dejaran ir? ¿Creen de verdad los sindicatos que sin economía de mercado sólida y fuerte, podrán mantener empleo, consumo, sanidad, educación y nivel de vida? Incluso los medios. ¿Cuántos creen que sobrevivirán si tenemos información única y dirigida, tipo Pravda y Gramma? ¿Qué creen los colectivos “discriminados” que harán estos al llegar al poder absoluto, después de haberlos “usado “para llegar al poder? ¿Que dinero repartirán cuando vacíen, nacionalicen, y eliminen el empuje empresarial privado?                                                                                                                               ¿Creen de verdad de se seguirá con la “movida”, el “botellón”, la fiesta, la religión, las ayudas, los conciertos, y los ninis? Lean, lean, como se vive en el comunismo, como están las cárceles, y como se muere.

Y no me digan que esto aquí no pasa, ya ven que a Europa, ya no la engañamos ni amedrentamos. Respetarnos nunca lo han hecho. Y con razón las mas veces. No nos darán dinero para que lo gastemos en cosas “patéticas”, fomentando, no protegiendo, lo peor de la especie.

Solo les pido que una vez que reflexionemos, `pensemos en qué lugar podemos “empujar” para lograr nuestro objetivo y ponernos, Urgente, a ello. Ya no valen las quejas aisladas y miedosas. 

Quizás no por nosotros, pero nuestros hijos nos lo agradecerán o nos lo demandaran.

L S R

Reflexiones L. Soriano