España no es un país
de corruptos, en todo caso un país de picaros y listillos. Lo que si tiene
España es una indecente clase política. Una perversa clase institucional. La corrupción,
y sé que me repito, es únicamente Institucional. Sin el que “firma”, no hay corrupción
que valga, y “ellos” se han cuidado mucho de ser los únicos que pueden cambiar
lo corruptible. En
España hay una corrupción absolutamente generalizada, pero se da solo en las
condiciones que en exclusiva habitan y conforman
la casta político/institucional. Claro
que la frontera entre la clase funcionarial es confusa, las más veces son
coincidentes, complementarias y siempre conexas. El resto, la inmensa mayoría de
los ciudadanos de este país son gente honrada, con respeto a las fuerzas del
orden y cumplidora de sus obligaciones de todo tipo, más o menos, a la “española”.
Los corruptos por comisión u omisión, esto es, la secta político-institucional,
desde hace siglos, compra voluntades, y no permite que la mayoría se escape de
una semimiseria que les haga imprescindibles. Y a los pocos que escapan, los
esperan en la bajadita para despojarles “legalmente” con el BOE y el Juzgado de
lo que han conseguido en una imposible carrera de obstáculos. Sin embargo, en
su egoísta, desmedida y glotona ambición, como ha ocurrido siempre, esta su
final. Están cavando su tumba, y como ellos son iletrados por muchas carreras
que tengan estos de ahora, no se percatan de que llevando a la gente al
abismo caerán ellos en el tumulto. Nos
sacrificaran a algunos pero no a todos, y nos los llevaremos por delante para
defender a nuestros nietos. A nuestros hijos ya no los salvaremos tan fácilmente.
Uno de los
factores del éxito del”coletas” de Podemos es que los contrincantes políticos que
tiene son débiles, flojos, fofos, asustados. Tienen tanto que perder y la mayoría
no sabrían a donde ir si salen de la política y del amiguismo clientelar. “Los
Romanos querían ser Barbaros y los Barbaros Romanos”. Además la fuerza negativa
que da la conciencia de habernos defraudado, mentido, expoliado, confiscado,
insultado, vejado y humillado, les hace que su respuesta sea sin pulso, sin energía.
Ellos saben “todas” las tropelías que nos han perpetrado, nosotros solo lo que
sabemos, lo demás lo ignoramos. Y eso les imposibilita a defenderse sin llegar
a la violencia. Y la violencia expuesta a la opinión
pública, no es un arma en estos momentos. Así pues, como Josué ante Jericó, las
trompetas de cuerno de oveja, que soplaban los sacerdotes, harán derribar las
almenas más altas porque no tienen sangre ni savia. Están carcomidas y eso no
une sino enfrenta. No se “echaran al monte”. Se delataran, se señalaran, saldrán
corriendo temiendo la cólera Divina de la población acosada y expoliada. Además estamos muchísimos tan hartos que
facilitaremos la entrada de lo que sea, con tal de librarnos de esta “tenia o
solitaria” que nos tiene delgados y enfermos. Dializados para succionar hasta
la última gota de nuestro esfuerzo. Se derrumbaran a la primera embestida los
muros de cartón de este país “maqueta”, donde se practica el “pretending” o el engaño y la simulación. Ya paso en la
republica. Los monárquicos, liberales y hasta la derecha más rancia, quería quitarse
de encima a ese régimen y a ese Rey que huyo, y le facilitaron el “puente de
plata” como al peor enemigo. Y aunque el mal estaba hecho, aquí, si se van, aun
tenemos esperanza de acabar esto sin
muertos, y con traumas menores. Si por ellos fuese nos llevarían a la guerra
antes de rendirse, y ellos huirían con nuestros tesoros, una vez más, mientras
nosotros nos peleábamos de nuevo. Necesitamos un “justiciero” Josué, ya que no
dejan que nadie prospere desde dentro
del sistema al corromperlo, contaminarlo y carcomerlo antes de que florezca. Y como el anunciado Viracocha Inca, vendrá
“cualquiera” y tomara el mando, sin resistencia real, mientras todo se deshace
putrefacto alrededor. Todo se ha creado para el expolio colectivo únicamente, este
tingladito montado no tiene otra función
que la de expoliarnos. Y entonces ante un leve pero firme
empuje y una voluntad fuerte, se
desintegrara todo. Esa será la Regeneración
y de ahí, tendrá que salir el avance y la prosperidad. Nos tocará sufrir unos lustros por haber
sido cómplices necesarios de estos desalmados, pero a final serán exterminados. A reflexionar.
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