A OSCURAS L Soriano
El poder se ejerce en la oscuridad, según reza en un tratado medieval de cómo gobernar maquinando,
tergiversando, violentando y manipulando leyes y personas. El mal también.
Estamos asistiendo una
vez más a otra puesta en escena de la clase política. Una vez efectuado el
recuento del voto tras unas
elecciones donde la máxima suprema ha
sido “político veraz no gana elecciones”,
ahora vienen las interpretaciones de los
resultados. Además y esta vez demasiado pronto, empiezan las
excusas a los incumplimientos. Los hay más sutiles, que piden inspeccionar para
pactar hasta el forro de la ropa interior, pero enseguida le sacan sus trapos
negros de oscuritos pasados y se tienen que envainar las exigencias. Todos
tienen algún muerto en el armario, todos tenemos algo guardado. La cantidad de
secretos que alberga el corazón de los humanos hace que el mayor don divino es
no habernos dado la telepatía o que se haya perdido. Y es que la clase
política, en la era de internet lo tiene muy difícil. Por eso se atropellan en
hacer tropelías y hacen chapuzas que salen a la luz más rápido. No solo por la
avidez y la ambición, sino por la torpeza de los nuevos, y la prisa que se tiene
desde que se accede al poder por recolectar a sus sacos.
Resulta que hemos votado
y ya se han olvidado de nosotros. Aun cuelgan los carteles con sus frases y slogans
baratos, con sus imágenes más posadas, sonrientes y aseadas que puedan poner, y ya nos
desprecian, puentean e ignoran. Cuentan
lo que han sacado y acuden al Zoco a negociar su rincón de 4 años. Eso sí, las matemáticas aplicadas a las
mayorías necesarias, les juegan las más veces unas pasadas realmente malas. Y
ya saben, si tienen que tragar un sapo, no lo miren mucho y háganlo rápido. El
minuto colorado de algunos, no todos, solo los más bisoños. Los pactos que se
ven obligados a hacer con los votos que les hemos entregado los hacen a
oscuras, en secreto, a puerta cerrada, sin darnos a conocer detalles y
cambalaches, no, ya no nos necesitan. Y nosotros cual virgencillas seducidas
nos ponemos con asombro ofendido a lloriquear el engaño. Una vez más harán lo
que les pete, darán rienda a sus ocurrencias, esta vez más que nunca por ser
los candidatos los más descerebrados que hayamos elegido jamás. Los
experimentadores sociales más absurdos y los que se creen con derecho a
amenazarnos con las plagas bíblicas y jugar a Virreyes con satrapías. Algunos
que han perdido hasta la camisa están radiantes porque la casta pasa a ser
secta , abarca a los de una marca bajo un paraguas, y son capaces de negociar
con ETA, con Miss Venezuela o con el diablo si lo hubiese para rechazar al
otro. Las dos Españas otra vez bien marcadas. Otros que han perpetrado este
desastre, hacen patéticas e indignas declaraciones de malos perdedores, porque
parece ser que se han caído del Guindo. Se ofrecen como en escaparates de
barrios chinos de luces rojas con tal de intentar seguir en su parcelita. Qué cosas, no solo no tienen ni la más repajolera
idea de lo que pasa en este país, ni de a quien están aterrorizando a impuestos
y normativas, ni a quien están protegiendo ni les importa una higa nada de lo que no sea su entorno y regalía.
Ellos a sus negocietes y nosotros como los champiñones, a oscuras y….. A reflexionar.
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