SEGURIDAD
SOCIAL. L Soriano
El Fraude más
grande que se da este país nuestro, la pirámide más perversa y falsa al ser de
obligado cumplimiento el comprar la basura que nos venden al precio que
deciden, y a arrojarnos lo que les pete
en el momento que lo decidan, se llama Seguridad Social. En su nombre se
perpetran las mayores fechorías y latrocinios que padecemos todos los
ciudadanos de este país, sobre todo, los nativos y autóctonos. La indefensión
en este modelo que han prostituido nuestros gobernantes en “democracia”
apostillada por ser solo un simulacro de la misma, es de una maldad horrorosa,
sin parangón en los rankings de maldad.
Resulta ser que somos como semicapacitados
para algunas cosas al parecer de nuestras lumbreras dirigentes. Así, estos minúsculos
personajes todos enfermos del cerebro excepto para el latrocinio organizado,
deciden que debemos entregar el 50% de
nuestros emolumentos unos y unas astronómicas cifras otros para que ellos
“administrándolo”, nos proporcionen sanidad de nivel y un retiro digno. Ya lo de que ellos lo administren me
pone escarpiado el vello del cogote. Les afirmo y aseguro, que, la sanidad
española, es en comparación, la peor del mundo civilizado y occidental teniendo en cuenta lo que pagamos y lo que
nos cuesta. Y esto no solo lo puedo argumentar, sino que además es una
percepción, ergo, inargumentable. No
solo es demostrablemente cierto, sino que se percibe como cierto y verdad. Tengo que reconocer y no me duele, que miles de Sanitarios que dan lustre al sistema
en nuestro país con su denodado y magistral trabajo, de altísima calidad
técnica y humana, dedicado, delicado y entregado, han tratado de sostener los estándares
de calidad y humanismo. Y si fracasan es porque la Gestión Pública
preñada de politicastros, amiguismo, incompetencia, derroche mezquindad humana,
perversión e ignorancia atrevida los hace encallar y convierte en inútiles todo
esfuerzo por muy sobrehumano que sea. Al final, lo
que queda, son profesionales frustrados, “quemados”, irritables e irritados que
dan un trato muy deshumanizado en las atenciones primarias y de especialidad, así
como en urgencias donde las escenas son Somalíes o peores. La contaminación
afortunadamente no ha llegado aún a la atención de siguiente escalón donde se
arriesgan vidas pero es solo cuestión de tiempo y más recortes. También estos héroes sanitarios son algo complices de que lo publico pierda comba, al haber vivido otros tiempos mas rigurosos y con su apoyo impiden que la gestión racional llegue, en vez de apoyar y pedir el control. Mi conclusión
es que el estado debería de renunciar a cobrar “obligatoriamente” las cuotas de
la SS y dotar de los impuestos ya muy altos las necesidades de la sanidad real
y nunca “universal “solo a ciudadanos con historial y aportantes o receptores
justificados. Nunca a ciudadanos de otras latitudes allegados por el efecto llamadas
de la gratuidad y para todo el que la solicita si cargo ni responsabilidad. Así,
una sanidad privada muy controlada y muy organizada por los propios sanitarios
que obligatoriamente sean despolitizados. Donde ningún “funcionario” ni
político sanitario, debería intervenir, solo conclaves de médicos por especialidades
y de sanitarios igualmente, deberían controlar la calidad y la atención de una
sanidad privada gestionada eficaz y profesionalmente. Donde haya
responsabilidades que en la Pública no hay. Donde se controle el derroche, que
en la pública solo es controlado a veces, y donde se controle sobre todo, la
cantidad que se destina y al uso que se
destina para que no haya desviación de fondos
otras necesidades políticas cuando son imprescindibles para la sanidad.
Con respecto a
las pensiones. La estafa es monumental. Cada año nos cambian las normas, nos
restringen los derechos, nos disminuyen las coberturas y nos aumentan las
cuotas, así como nos varían los cálculos de nuestras futuras esperanzas de
cobro. Bajo la amenaza siempre de que se
colapsara el sistema y no cobraremos pensión alguna, por lo que si el político nos la paga es a el
a quien se lo debemos, no a haber cotizado tantos años nuestro dinero. Eso sí, ahora debemos de tranquilizarnos ya
que dos generaciones llevan sin trabajar ni cotizar más de 10 años por lo que
jamás alcanzara el mínimo necesario para cobrar y no cobrara. Si esta solución se extiende,
¿para qué cotizar si ya el tiempo vital impedirá que cobremos nada al jubilarnos? Este modelo de Seguridad Social es asocial e
insegura.
A Reflexionar
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