Hace
tiempo que necesitaba poner negro sobre blanco una realidad afortunada, que
nos ocurre desde hace décadas en nuestra entrañables Canarias. La Colonia
Hindú, paisanos nuestros, sus miembros y sus negocios, forman parte de
nuestro paisaje y nuestro paisanaje. Además han prestado un magnífico
servicio a nuestro turismo, a nuestra imagen y han añadido un aspecto
positivo mas a las peculiaridades canarias. Aún después de que por las
erradas políticas de nuestros dirigentes económicos, el paraíso de compras
que Canarias era, se sustituyó por unos dineros que se entregan a unos pocos
y que no fluye.
Nuestros paisanos y compañeros hindúes, son gente respetable, son correctos,
educados, serios, discretos, amables, respetuosos, colaboradores e
integradores. Parecen un grupo aislado, pero no lo son en absoluto.
Participan en todo tipo de actividades y no hacen gala de nada que no sea sencillez
y bonhomia. Claro que son negociantes de primera, y comerciantes como debe ser. Eso a vendedores natos como yo, no sólo no los desmerece, sino que causa
admiración. Son incansables trabajadores y se ganan la vida a base de
esfuerzo y honradez.No recuerdo ningún acto delictivo- aunque supongo los
habrá- cometido por la colonia hindú, o alguno de sus miembros. Puede que
algún asunto económico más complicado que otros, y no me olvido de que algún
asunto mas grave, han tratado siempre de alejarlo de las Islas.
(Barcelona-Chanrai).
Tengo amigos hindúes a todos los niveles, y son grandes amigos. Cariñosos y
sobre todo integradores.
De su religión apenas sabemos nada, a no ser por los pequeñísimos vestigios
que tienen en sus comercios, que se limitan a algún icono, fotografía o
lucecita en un apartado rincón. No presumen de Shiva o Visnú, no tratan de
convencerte, ni de contarte historias, a no ser que les insistas y lo desees
de verdad. No tienen negruras, ni penas ni castigos. Solo códigos de
conducta. Si alguno sale malo, la Comunidad lo reprende y cubre sus malos
actos.
¿Nos hemos dado cuenta de todo esto? . ¿Agradecemos a la comunidad Hindú, su
permanencia en nuestras islas, a pesar de la gran baja en los negocios debido
a nuestras decisiones políticas, a lo que ellos, con la elegancia de siempre
no han manifestado ningún malestar?.
Qué ejemplo para otras comunidades, razas o religiones, que tapón para la
intolerancia y el fundamentalismo, qué guía para quien quiere dedicar su vida
al trabajo, al esfuerzo, al comercio, a las transacciones económicas y
comerciales. Qué prudentes y respetuosos con nuestras leyes, creencias y
normas, por muy disparatadas que les puedan seguramente parecer. Estos días,
asistí a una ceremonia de cremación de la madre de un amigo Hindú. Una
ceremonia triste, pero preciosa. Se me trato como uno más y se me dio lugar
preferente. Como agradecen que les dediquemos atención. Prestémosles
atención, agradezcámosles su presencia y su creación de empleo y riqueza, su
integración y su amor por estas Islas. Que cunda el ejemplo. Gracias amigos
Hindúes.
sorlo@step.es
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4 comentarios:
Excelente. Completamente de acuerdo. Una comunidad ejemplar
Estupenda entrada, Lorenzo. Y totalmente de acuerdo en la suerte que tenemos con su presencia. Tengo muy buenos amigos entre esa comunidad y en los negocios siempre me resultaron impecables.
asi es, gracias
Magnífica descripción de un extraordinario fenómeno social que solo ha aportado beneficios a nuestras islas.
Te felicito amigo Lorenzo.
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