Esta mañana el Dr. Alarcó, cirujano, catedrático y también político, dió una charla en la Feria a la que refiere el encabezado. Empezare por el final; fue una charla magnifica, debería decir inesperadamente amena e instructiva, aunque conociendo al ponente, no debió sorprenderme. Ante todo el Dr. Alarcó, separo su profesión, de su filiación, y lo consiguió en todo momento, nos hablo el doctor, no el político, lo cual fue de muchísimo agradecer. Los datos que dio, las explicaciones que ofreció, y la manera e exponer su ponencia, consiguió que la hora de la charla y posterior coloquio a las 9,30 de la mañana, pasaran en un suspiro y nos quedamos todos con ganas de que se hubiese alargado. Sobre todo porque su exposición de la Sanidad desde dentro fue muy reveladora. Fueron tantas las claves que nos dio, y las explicaciones de la realidad sanitaria de este país, que me es casi imposible redactar la crónica sin dejarme alguna decena de notas, comentarios, pensamientos e invitaciones a reflexionar. El Dr. Alarco, no solo es un magnifico profesional, sino que también es un excepcional orador, que con su sencillez y su claro mensaje, limpio y de elevada factura, nos hizo que saliéramos sabiendo muchos cómos y porqués de nuestra Sanidad. Ante todo nos repitió que éramos la 5ª sanidad del mundo, con todo lo que tengamos que reprocharle, eso somos. Y que también somos unos privilegiados por pertenecer y disfrutar de ese elevado club. Que no es gratis como alguno quiere vendernos, y no solo no lo es, sino que es muy caro tener ese privilegio, por lo que la racionalización del gasto tiene que reinar o no podremos sostenerla. También nos hablo de que la sanidad aprecia la consideración por encima de la remuneración. Creo personalmente que Médicos, Abogados y Religiosos, deben ser vocacionales, ya que sin ese factor de servicio, esas profesiones estarían desvirtuadas. Por otra parte, el Dr. Alarco derribo algunos mitos de la sanidad mundial, especialmente de la americana. Me quedo con que USA es un país serio, donde mentir es demonizado, y donde no hacen falta supervisores ya que la responsabilidad prima y no el “chollista presuntuoso”, el que presume de que no trabaja. Que el Empresario está valorado, como el que triunfa o destaca en las profesiones todas y en medicina más al tratar de vidas que mejorar o salvar. Que debemos de ser conscientes de lo que podemos permitirnos y de lo que no y que obligaciones tenemos como ciudadanos además de todos los derechos que podamos adquirir. Luego vino la catarsis y la autocritica, como no podía ser de otra manera, ya que los fallos del sistema son enormes. Desde la politización de la sanidad, la a veces nefasta gestión de la misma, hasta la decisión de cuantos y en que formatos hay que hacer los centros sanitarios para que sean eficientes y rentables en servicio sanitario, posibilista y realista. El paciente como cliente, introdujo y lo defendió muy bien.
Podría contar las anécdotas y el juego que dio su manejo de la audiencia y su sentido del humor profundo. Desde que el ser humano está siempre enfermo en cierta medida, hasta que el nunca consigue reunir todas las características del bienestar, la ineficacia de Megacentros sanitarios sin especialistas en planificación medica, pasando por la certeza de que se puede ser feliz sin estar del todo sano o entero. Pero alargaría este escrito. Muy entretenida, didáctica y amena charla. Terminó con un estudio relevante. La medicina preventiva alarga la vida y la calidad de la misma en un porcentaje rayano en el 50% y sin embargo solo se le dedica un raquítico 2%, y ni eso, del presupuesto. Siendo el grueso el gasto sanitario quien consume casi un 90% del presupuesto para mejorar menos de un 20% nuestro bienestar. Interesante conclusión y señalamiento del camino a seguir, para aviso de los que tienen la capacidad de modificarlo. El coloquio que siguió, fue breve, la Feria esperaba, pero quedo claro la inquietud de los asistentes por la racionalización, la austeridad y el buen destino de los fondos sanitarios. No sin advertirnos que la medicina concertada, eficaz y homologada, es más económica y por tanto hace menos vulnerable el sistema que la pública, que por naturaleza y definición es mucho más cara e ineficiente en términos económicos.
Una gran charla para recordar, por lo cercana y lo que nos atañe.
L. Soriano
10-04-2011
10-04-2011
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