COMUNISTAS DEL ORBE.
L Soriano

Ya daríamos muchos mucho por saber que opinaría don Carlos
Marx, judío oriundo y bastante lúcido si levantándose de esa tumba Inglesa de Highgate
viera las interpretaciones que se han hecho de sus teorías y la que, sin querer
seguro, ha armado en este mundo que sin
duda quería cambiar , pero ni se imaginaria el desastre universal que han
creado y siguen creando en su nombre. Seguro
que se vuelve a ella del susto y la vergüenza.
El problema de la "religión" comunista y de sus innumerables
"creyentes" es que, como el
Ave Phoenix resurge de las cenizas del más oscuro, trágico y perverso de los "incendios"
que provoca. Y es que su argumentario es perfecto y muy elaborado. Nadie ha
eliminado mas comunistas, que los propios comunistas. Nadie ha sufrido más el
"terror rojo" que los propios comunistas. Nadie, ni siquiera el
holocausto judío inhumano, ha llegado a cotas de maldad como los comunistas
contra ellos mismos. Contra buenos comunistas. Los gulags, las purgas interminables, los campos de reeducación,
y las reprogramaciones son chillones testigos.
Recordaba León Davidovich(Trosky); " En aquellos tiempos históricos,
con el asentimiento de Lenin, habíamos entregado a Félix Dzerzhinsky la
maquinaria de represión revolucionaria para que aplicara sin ley ni cuartel un
Terror Rojo capaz de salvar, a sangre y fuego, una balbuceante revolución que apenas
se sostenía. El brazo oscuro de la revolución, impío como debía, aniquilo a
miles de los que se negaban a ver la desaparición de su forma de vida. Una
violencia despiadada la de la Checa de Félix, seguramente excesiva, pero
necesaria". Nosotros sabemos de Checas, Bellas Artes en Madrid y La
Pedrera en Barcelona, donde no fueron curas, beatos o fascistas los que más la
sufrieron sino los antiguos camaradas del POUM, FAI o CNT, considerados un
estorbo ya que preferían la revolución a ganar la guerra. Y continua León;
"los hombres que Stalin había decidido matar aquel agosto del 36 eran sobre
todo comunistas, compañeros de lucha, y el terror Estalinista, perfeccionado en
sus persecuciones previas de campesinos, religiosos o la inteligencia del país,
parecía traspasar cotos inviolables. La Unión Soviética, legaría al futuro su
fracaso y el miedo de muchas generaciones a la búsqueda de un sueño de igualdad,
que se habría convertido en la horrible pesadilla de la inmensa mayoría"
En fin, que los buenos comunistas, creen como los judíos que
crearon el partido, Marx, León, Zinoviev, Kamenev, y un largo etc., asesinados
por Stalin, que el Mesías todavía no ha
llegado por lo que el comunismo real, aun no ha podido instaurarse, por las
causas que fueren, ni Stalin, ni Mao, ni Pol Pot, ni Ho-Chi, ni Kim, ni Castro,
ni nadie hasta ahora, han permitido que el ideal comunista posibilista se
instaure en ninguna sociedad. Por lo que hay que seguir insistiendo, " de
fracaso en fracaso hacia el abismo final". Contra esto, créanme, es muy difícil
de luchar, e imposible de argumentar. Podría ser cierto que si se lograra una
sociedad igualitaria, sin patricios ni plebeyos, domeñáramos el instinto humano,
los dirigentes fuesen elementos o seres puros, y nunca fuera necesario imponer
las ideas por el "terror impío pero
necesario", el comunismo dejaría de ser una utopía de implantación
solo en laboratorio. En
atmosfera cero. A reflexionar.
(Fuente L Padura)
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