El TAXI.- L Soriano

Como siempre
me voy a meter en el "charco". Es mi naturaleza.
Creo sinceramente que muchos trabajadores del gremio del Taxi, son una
personas excelentes, magníficos choferes y de comportamiento ejemplar. Nos han
acompañado desde siempre, ayudado y transportado a horas intempestivas .
Tenemos que reconocer que en este país el Gremio del Taxi ha sido y es, muy
maltratado por el Administrador de turno y por la fiscalidad impuesta, además
de la normativa exigente.
Dicho esto,
existe en el Taxi un corporativismo letal, confundido en
"compañerismo", que hace que prospere el mas "listillo", el
pícaro y el sinvergüenza. Como en todo colectivo ocurre, ninguno se libra de que esta pandilla se cuele en el
sector y lo ponga en evidencia. Ante
todo, el problema del Taxi, lo crea el Regulador. El exceso de licencias es
monstruoso, y el objetivo amen de recaudatorio no se explica mas allá. Los Concesionarios y los
talleres están encantados con estas licencias desmedidas, supongo, y muchos que
no saben qué hacer en la vida, se "arriman" al sector como su tabla
salvavidas del paro o de empleos más controlados. Los taxistas han conseguido,
monopolios exagerados de lugares de recogida agraviosos comparativamente, que
no permite a otros taxistas trabajar libremente. Las Asociaciones del Taxi son
los letales focos de corporativismo nefasto que han conseguido que gran parte
de los usuarios detestemos ciertos comportamientos de ciertos individuos de
ramo del Taxi. Aunque alguna razon tuvieran, de que se les
hace "desleal" competencia, cosa que no parece cierta, segun los
tribunales de Justicia, ellos no son nadie para aplicar la ley de a
"horca" a quien les parezca. Creyendo que favoreciendo a los
asociados y perjudicando a los clientes, es como se mantiene en el tiempo una situación
desequilibrada. Me incluyo y me mojo. Concretemos. Normalmente, para coger un
taxi en línea, hay que llegar al primero. Eso puede ser corto o muy largo,
dependiendo donde y no prevén nada al respecto. Muchos tenemos un taxista "de casa". Nos cae bien, es atento,
no falla, es limpio y aseado, viste correctamente, tiene un automóvil adecuado,
en perfecto estado reluciente y bienoliente, nos ayuda y nos sentimos seguros
con el. Y digo ¿porque no se le permite
recogerme donde yo le pida?¿Porque tiene que llevarme alguien desconocido , que
no cumpla alguna o ninguna de las premisas que mi Taxista me ofrece ?
Cuestiones más delicadas son las "rutas turísticas" de los que te dan
vueltas y más vueltas para que la carrera aumente. Los que te "lloran"
o a veces te insultan, porque están esperando carreras largas de aeropuertos o
mas lejos, y tu les pides llevarte a solo unos pocos kilómetros. Los que son nuevos y no tienen ni
idea de a dónde o por donde se va a tu destino. Los que van de cualquier manera
sin control de aseo, educación o modales. Los que tienen un auto que no es
capaz de cargar ni una bolsa pequeña. Los que no les gusta esperar un rato ni
parar a dejar a alguien en el camino, o los malos humores, olores , calores,
radios estrepitosas, música no deseada, o deportes que no nos interesa. O lo
peor, el asalto al pasajero en algunas terminales de aeropuerto, a ciertas
horas, cobrando precios súper abusivos sin
o con taxímetro mediante. Quien "examina al taxista". Quien le
da un código de ética , estética y
comportamiento obligatorio de cumplir. Además las tarifas de recogida en
aeropuerto , estación o cargo por maletas, y suplementos varios, ademas del
desorbitado precio del KM fuera de las ciudades.
Cuando
Westinghouse alumbro su primera
"heladera" o nevera, los fabricantes de hielo tuvieron que
reciclarse. Cuando el Fuel apareció, el carbón, lo mismo, y los alumbradores de
velas, y los coches de caballos, y
tantos otros. ¿Es que yo no
puedo elegir quien me trae , me lleva, y como lo hace?. Además con alguien
controlado, con precio acordado de
antemano, con coche seleccionado y facilidades de todo tipo en el habitáculo.
Quiero poder elegir quien me recoge en una
noche oscura, en un barrio complicado, o cuando me encuentro algo desnortado, o a quien me lleva a mi casa
y sabe detalles de mi persona.
El vandalismo
y la barbarie de los taxistas, el quemar coches a la competencia, para "obligar"
a los pasajeros a entrar por su "aro". El arrojarles basura, el
pincharles las ruedas, incluso con pasajeros dentro, no hace más que
reafirmarnos en el derecho a "decidir", con quien nos subimos y en
manos de quien nos ponemos nosotros y nuestras familias. Deberían aprender a
reciclarse y seducirnos en vez de amenazarnos, si es que quieren seguir en la
profesión. Y arrojar huevos a los que dan licencias incontroladas y a denunciar
a los maleantes que anegan el sector del Taxi y que les da tan mala imagen y
prensa. A REFLEXIONAR
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