Sospecha.- L.Soriano
Estoy
anonadado y casi patidifuso, con el jolgorio de la “arcadia feliz” de Pons y
Bolaños, bendecido por todo el otrora “facherío pepero”, asumido con
resignación y obediencia perruna por el “rojerío” Sanchista y más allá, aunque
con alguna imperceptible protesta.
El erótico
amanuense y el árbitro frustrado, el grandón y el menudo se pasean triunfales
como Dominguín por el ruedo en su día después de una aplaudida y recompensada
faena taurina. Colgando orejas e incluso rabo.
Cosas de los
Dioses y Manes de la Política. Ayer pluscuamentenemigos detestados y hoy
“hombres de Estado” acordando con sentido y cordura, no su beneficio sino lo
“mejor” para la ciudadanía. O lo menos malo, digo para rebajar el entusiasmo,
que a mí, no me embarga.
Pero…..y
todo lo que hay antes del pero es o suele ser mentira, a mí me huele
mal. Y ya para ponerlo peor, Sánchez fue al Hemiciclo y en un alarde de
falsa y peligrosa humildad, le espetó al del fango y la fachosfera redimido, “para usted la perra gorda”, Sr
Feijoo.
Inaudito, estupefaciente por estupefacto he quedado. No quiero ni puedo
ni debo creer ni una sola palabra de
todo lo que firmaron ni espero que se cumpla nada. Pero de eso estamos
vacunados, Sánchez debe salir sin alguna duda, por el bien de todos y
especialmente de los socialistas ya que la deriva de su falsamente antiguo
partido es “a la francesa”. Lo que
me preocupa de manera especial es este PP, que en su barricada de Bipartidismo,
está dispuesto a entregar el gobierno de este país a quienes está probado,
quieren saquearlo y despeñarlo.
Este dañino
PSOE, escabel de todos los demonios que acechan a la libertad y la democracia,
es donde, desde Jueces incomprensibles hasta analfabetos terminales, se aúpan
para “prosperar” a corto plazo, muchos a sabiendas que están contribuyendo a
que en este país no se pueda vivir, ni trabajar ni emprender, y que sus hijos
pagarán toda esta “opulencia” inmerecida de la que gozan en estos momentos. La
demagogia, la falta de sentido común, incluso la falta de visión de hasta donde
apretar, acaba con todo, arrasa a todo, asola todo.
Muchos creen
que en el “Walhalla” sociata habrá puestos con remuneración estratosférica,
como de diputado europeo para todos los que le apoyan, y que vivirán
felices despojando a “los ricos”, que estos se dejarán despojar por
generaciones del fruto de sus iniciativas y esfuerzos. Crearán – proclaman- una
nueva “esclavitud”. La voluntaria. La de los que producen algo, a
quienes exprimirán hasta su muerte.
Y que
vendrán otros ambiciosos a ocupar raudos sus puestos de suministradores de
recursos cuales vacas lecheras de ubres ubérrimas donde succionar eternamente
en el paraíso socialista. Que los que inventen, innoven o investiguen, lo
entregue a la “Nomenklatura”, al Presidium, a la Duma, que lo repartirá entre
afiliados y colaboradores. El Narkomiust.
Pobres
nuestros hijos y nietos que decidan quedarse en la exprimidora. Se irán, se han ido ya muchísimos cerebros y
brazos productivos, y pronto solo quedará el “canibalismo social”. El quítate
tú para ponerme yo, el comisariado político, el chivato, el cizañero, el
vigilante , el acusador. Ya tenemos a
nuestro Vyshinsky, el de la gran
purga, ejerciendo de casación sobre el Supremo.
Y entonces ya se acaba todo. ¡Qué le habrán prometido! ¿inmunidad para
sus hijos díscolos como los de Biden? ¿Riquezas en Dominicana o Venezuela?
Si no hay
justicia, no hay democracia, los ladrones ahora son “gente honrada”, que además
amenazan con que se tomarán revancha. Al no existir los delitos según Golpe
“Vyshinsky”, a los que los juzgaron habrá que laminarlos para que aprendan los
que vienen. Ni los puticlubs existieron, ni los de la cocaína y los favores y
despilfarro, desvío o lucro o enchufes.
Las
soluciones son más graves que los sucesos. ¿Cómo se revierte esto? "No
way", ni el Cruise en la nona edición de su Imposible Misión. La
mayoría no veremos la vuelta a la normalidad, y los que adoramos a nuestros
descendientes, y presumíamos de que no les habíamos dejado una guerra, les
hemos dejado este negro futuro, incierto y peligroso, grave y dañino de
resultados imprevisibles cuando la otra parte, como ya ocurrió, no se deje
exterminar voluntariamente. Que siempre
es al final lo que el socialismo quiere, el exterminio del adversario, y que
sea voluntario.
Para
terminar, sí, con la “religión socialista” no podemos acabar, pero sí podríamos
sustituir a la cúpula de la oposición, y al menos, la voluntariedad de la
inmolación desaparecería y el orgullo de defender nuestros principios quedaría
para la historia.
A
reflexionar.
Reflexiones
L. Soriano
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