SHARE.- L.
Soriano Acostúmbrese el lector a este
anglicismo que en Román Paladino se traduce por Compartir. Los españoles
tenemos muchas virtudes, pero en lo de compartir estamos en la edad de piedra.
En Londres o en NYC, así como en Paris y Berlín, e incluso en Bangkok,
compartir piso en la edad adulta con room mate, es lo normal. Pocos pueden
pagarse un alquiler completo, llenos además
de gastos comunes carísimos. Aquí en nuestro país, compartir piso no entra en
la capacidad mental carpetovetónica. Ni compartir mesa en un restaurante, con
lo que hay dos en una mesa de siete y gente esperando, ni compartir auto para
transporte con nadie debidamente presentado y que no sea un colectivo con horario
regular. Y así en muchos aspectos de nuestra vida cotidiana. Tampoco nos gusta
trabajar en algo que no hemos hecho nunca, ni trasladarnos a sitios distintos
de nuestro entorno para buscar empleo, ni cambiar de Provincia o de País, y ni
de barrio. Esto indudablemente tiene sus ventajas familiares, pero en lo de
prosperar y generar riqueza y posibilidades, falla. Aprender idiomas es algo
que sorprendentemente se nos da fatal, por esa introversión superlativa, siendo
como somos y seguiremos con toda
seguridad siendo, un país turístico y de servicios. No ponemos empeño
ni esfuerzo y cosas peores que nos afea y dice Vaughmann, harto de
que seamos tan malos alumnos. Estos días, Susana G. la presentadora del
programa matinal de Antena 3, trajo a la palestra nada menos que al admirado
hombre tranquilo, Eduardo Punset. Conocí a Eduardo hace muchos años, cuando
Fundo el Foro Jovellanos, al que me incorpore de inmediato y, salvo su
incapacidad para evitar dejarse seducir por FG unos minutos, todo en su vida ha
sido de admirar. Eduardo me recuerda a Mr. Chance, genialmente interpretado por
el recordado, añorado, incomparable y
magnifico Sellers. Sí el del Guateque. Chance, Mr. Gardner en
la obra original, explicaba la economía, o al menos así lo interpretaban, con
las más sencillas comparaciones de la naturaleza, haciéndoles ver, involuntaria
pero concienzudamente a los que analizaban e interpretaban sus palabras, que
las cosas más complicadas tiene una sencilla explicación y muchas veces solución
en la naturaleza y en la evolución. Eduardo no es Mr. Chance, ya que su cerebro
es privilegiado, pero ni Susana ni sus espectadores, estaban preparados para
una explicación tan simple de la crisis y de cómo salir de ella, además de
conseguir la felicidad. No habló de Macro ni Micro economía ni de Primas carísimas
o Sobrinas riesgosas. No hablo
de liquidar en sentido alguno a los políticos, lo que hubiese tenido impacto y
apoyo en la audiencia, pero si dijo cosas muy sabias explicándonoslas como a
niños pequeños. Europa no tiene que
cambiar como pretendemos para parecerse a nosotros y que nos venga bien. Somos
nosotros los que tenemos que abrirnos, mezclarnos, y formar una familia europea
o internacional. Salir, aprender idiomas,
convivencia, innovaciones, técnicas y modelos. Por eso apreciaba lo que decía Guindos,
aunque este no supiese bien lo que decía, de que el Futuro nuestro en el Euro
se resuelve en España. Si estamos dispuestos a compartir, todo, podremos seguir, si no, ya nos podemos ir marchando.
Aspirar a compartir solamente los sueldos americanos, ingleses o franceses,
pero no sus horarios laborales, sus pocas vacaciones y sus pocos derechos adquiridos
(¿?), sus productividades, libre contratación y despido y sus preparaciones,
idiomas incluidos, no tiene el menor sentido ; a
ellos, o para ellos, nosotros somos poca cosa más que un parque de atracciones
barato de buena comida, buena bebida, sol y diversión. Aprendamos a compartir, esfuerzos incluidos,
y todo será mucho más fácil de resolver.
A Reflexionar.
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