Matones

MATONISMO FISCAL.- L. Soriano

Lo que faltaba para el duro nos lo acaba de poner claro el Ministro Montoro. Quizás su evidente complejo le obligue , armado con sus inaceptables, incumplibles y la mayor de las veces ilegales leyes fiscales, a demostrar su poder elevado sobre las alzas de la falsa rigurosidad. Quizás no lo pueda evitar. Ni siquiera el ínclito Boyer, ni el esperpéntico, histriónico y sesgado Borrell, a quien Pedrito Ruiz le llevaba flores, y el aterrorizaba a Lola de España para meternos miedo organizaron tal desafuero. Ni siquiera como en los tiempos del” terrorismo sindical” en la transición que nos trajeron la lección de lo que tenía que cambiar en España para lo que cerraron decenas de grandes empresas emblemáticas locales. Nunca nadie, desde posiciones embusteras de inicio, se había atrevido a tanto. La ilegalidad de Montoro se basa sobre todo en su apoyo a la indefensión absoluta del contribuyente. Al “se callen coño”, o el “todo el mundo a pagar” cual Tejero redivivo, con sus pistolas económicas y sus mordazas legales.

 

Presentarse a tres días de San Jose, con los “pistoleros” del ministerio, con los Lucca Brassi de las Agencias y con los matones emulando al sindicato de Luciano en los muelles de New Jersey; disparando actas, y aterrorizando a niños y mujeres, hombres y artistas, profesionales y particulares, en las Fallas de Valencia, es de lo mas rastrero, indecente y maloliente que he presenciado hasta ahora, como economista, periodista y como empresario.

Esperar al día 20 o 21, hubiese sido muchísimo mas eficaz y una muestra de sensibilidad con los sentimientos de millones de personas. Con los intereses de decenas de miles que además proporcionan millones de euros en divisas, propaganda y promoción de España. Eliott Ness aplicaba la Ley Volstead, y perseguía a asesinos como Capone,”Scarface”, o Nitty “The Enforcer”.         Aquí Montoro pretende sacar unos pocos euros de unos artesanos, artistas, pirotécnicos y personas que dan la vida y dedican su vida a todo menos a enriquecerse violentando leyes basura, planteadas y exigidas por ministros que llegan a ser , con estas actuaciones, también basura.

 

D. Cristóbal, manazas, patazas, tiene muchos caladeros donde pescar defraudadores antes de aterrorizar a quienes dedican su vida a nuestras tradiciones. Cualquier día, parara el encierro de San Fermín, los Carnavales de Tenerife o Cádiz, el Botafumeiro de Santiago, o la verbena de San Isidro al afortunadamente olvidado  grito de “ a ver… los papeles”.

D. Cristóbal, debería derogar la inmensa mayoría de las confiscatorias leyes fiscales y adecuar unas nuevas a las realidades actuales de este país, no a cuando usábamos las longanizas como correas, creyendo falsamente  que podíamos.

D. Cristóbal debe de tapar los agujeros del botijo que pretende llenar con nuestra ruina y miedo, antes de que le transfusionemos la sangre de nuestros hijos.

D Cristóbal debería desmantelar la casta política que abreva en el poder y sus aledaños y que son los que de verdad desvían sus cuentas.

D.Cristobal debería aterrorizar a los corruptos que desde las Instituciones nos roban hasta los higadillos sin colesterol, hacerles devolver lo robado y aplicarles las leyes completas a sus desmanes.

D. Cristóbal debería impedir que Lobbies o despachos de influencia o presión hagan que las obras públicas en España nos cuesten el doble, por tanta comisión Coronada o Principesca, de ex altos cargos y de ex mandamases situados para medrar y encarecer.

D. Cristóbal debe de poner coto al derroche autonómico, que en plena crisis han subido el gasto, y mandar señales evidentes, importantes y de calado de austeridad parlamentaria e Institucional.

D.Cristobal debe de disolver las empresas públicas, todas, que albergan a más de medio millón de manumitidos amistocratica o parentocraticamente situados.

D.Cristóbal debe de dar a elegir, entre Diputación o Cabildo y Autonomía a las Comunidades para evitar el sobrecargo y duplicidad, además del exceso de regulación que impide el desarrollo de las empresas.

Si.  D Cristóbal tiene mucho trabajo para equilibrar los presupuestos, sin necesidad de ejercer de matón de muelle, o de “chuleta de esquina de barrio chino”. A Reflexionar

Reflexiones L. Soriano