LA VOZ DE CÁDIZ
ENRIQUE GARCÍA-AGULLÓ
Pundonor
Lo
del paseíllo de Sánchez buscando la foto con Biden me ha dado mucha pena verlo
19/06/2021
LA VOZ PREMIUM
Visto
lo visto, lo del paseíllo de Sánchez buscando la foto con Biden les
digo que me ha dado mucha pena verlo y que ni los memes corridos por las redes,
tantas veces ocurrentes, han logrado atemperar en algo la cuestión como para
poder difuminar que se olvide tamaño sonrojo.
La
diplomacia tiene otro lenguaje mucho más discreto y de signos que los
argumentarlos que puedan escribirle a Sánchez sus áulicos asesores tan
redondos. Va más allá de la ayuda de un ‘coach’ que, con una postura
predefinida, pretenda resolver el sentido de estas cosas enquistadas en tan
altos niveles. El silencio del lenguaje diplomático es muchísimo más expresivo
que las artimañas de un gabinete que vive el presente sin pensar ni en el
pasado ni en el futuro. Y en España no hay una política internacional
clara.
A
la ausencia de llamada telefónica del jefe del Estado norteamericano, viéndose
la inoperancia de la ministra de Asuntos Exteriores y de sus colaboradores en
todos aquellos espacios en los que tienen que estar presentes los Estados
Unidos de América y el Reino de España, se vienen a unir ahora estos segundos
de Sánchez colocándose en Bruselas al paso de Biden.
Es cierto que los
‘neosocialistas’ arrastran una desastrosa herencia de Rodríguez Zapatero que
protagonizó aquel feo a la bandera norteamericana cuando desfilaba arropada
entre nuestras tropas porque, en su bisoñez, optó por marcar todas las
distancias que tan guay le parecían por mor de su peculiar concepto del
progresismo. Y digo peculiar porque no hay nada menos progresista que
lo de estos ‘neosocialistas’ relamidos en antiguallas tan inválidas
como la confrontación y la ausencia de diálogo que tanto nos hacen echar de
menos a los anteriores gobiernos de González. Aquellos socialistas, con sus
cosas, tenían un concepto claro de nación y de patria y trabajaron por hacer de
España una igual entre las demás naciones del mundo. Éstos, como Don Erre que
Erre, con su lema ‘No es No’ por delante pulido ahora con lo de ‘digo y Diego’,
van a lo de hoy, que lo de mañana ya se verá por quien corresponda, sea 2030 o
2050, qué más da.
A
lo de la bandera le siguió la retirada relámpago de nuestras tropas en aquellos
lugares en los que España se había comprometido a estar y, aún más, cuando el
entonces vicepresidente Biden vino a España para, entre otras cosas, agradecer
a nuestros militares sus esfuerzos, ZP se largó con su ministra de Defensa
dejándole literalmente solo en el acuartelamiento, todo un reguero de señales
de cómo irse de Occidente en menos de tres pasos.
Sánchez
ha formado un gobierno con comunistas y ha pactado para ser presidente con los
otros del alboroto. Su ministro de Fomento, el que dicen que manda en el
partido, en contra de lo que había acordado Europa, le abrió Barajas a la
vicepresidenta de Maduro con ese regusto que tienen estos ‘neosocialistas’ por
las izquierdas rancias del culto al líder que aún existen por las partes
oprimidas del planeta, así que, ya me dirán ustedes, como para que Biden le
haga partícipe de alguna llamada o le reserve algún ratito en esos foros en los
que están ambos obligados a encontrarse.
A
mí lo del paseíllo me ha parecido patético. Salir tras Biden, ponerse al lado e
intentar contarle no sé qué, me ha recordado esas imágenes que pasan en las
televisiones del corazón cuando los reporteros, alcachofa en mano, abordan por
los pasillos de algún aeropuerto o del AVE a esos personajes que viven de
cobrar por contar su vida poniéndose a su lado y enlazando inútiles preguntas
que no se dignan contestar. Pues para esa foto sin saludo y para esos segundos
sin respuesta yo hubiera preferido que nuestro presidente no hubiera movido
ficha.
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