26
La educación a los hijos, el ejemploy los valores, empieza y se consigue en casa.
Solamente en los casos en que por desgracias,
accidentes u otras causas, no sea posible la
educación en el seno familiar, las instituciones
deben suplir estos vacíos. Los padres debes ser
responsables de sus hijos y de las actuaciones de
sus hijos. Que paguemos todos por los desmanes
de grupos incontrolados, no es posible. Que
carguemos todos con la responsabilidad de
nuestros fracasos como padres compartiéndola
o trasladándola a la sociedad entera, no es
aceptable.
Decía la madre de un Guardia asesinado,
que el peor fracaso es ser madre de un terrorista.
No sé que les parecerá. Sin embargo, cuando un
hijo desbarra, se convierte en inadaptado en
todas sus acepciones incluida las adicciones, y
no digamos cuando su objetivo es robar, violar,
matar o asesinar, desentenderse de él y de la
responsabilidad como padre/madre, como si
fuera un ente aparte, no es de recibo. Algo se
ha hecho mal cuando esto sucede, y se debería
poder dar unas normas o reglas más o menos
fijas para resolver a tiempo estos asuntos. Pero
no las hay, y además, en estos momentos parece
imposible.
La mayoría de los ciudadanos, sus hijos y
familiares se adaptan bastante bien al “sistema”,
por eso siempre estamos hablando de minorías,
a las que hay que proteger, pero nunca jamás
fomentar. Como se habla de ellos y no de
los perfectamente adaptados, parece que el
problema es mayor. No lo es, pero no podemos
premiar al defecto, por querer protegerlo. La
disciplina, tan denostada por estos gobiernos
retrógrados- aunque se denominen otras cosas
ellos, todas falsas-, es fruto del respeto, y sin
el árbol y su fruto, nada se consigue salvo una
sociedad violenta, intransigente y dividida.
Les sonará raro en este país de
“buenistas mortales”, pero la famosa Mili, era
muy beneficiosa para muchísimos jóvenes. Yo la
hice, yo lo sé y a mí me vino muy bien. Quizás
no para otros y en esto como en todo, las tablas
rasas crean enormes líos. Hoy sería imposible,
ya que no se respeta ninguna autoridad, de
ninguna clase, porque no hay criterio conjunto
de sociedad común ni pueblo común, ni
lengua común ni sentimiento común. Con sus
peculiaridades, diferencias y costumbres, pero
con fondo común aglutinador de orgullo, unidad
y respeto. Si los políticos amenazan a los poderes
judiciales, , y educar con rigor y disciplina es
antiguo y a veces ilegal, y la constitución de la
que emana todo se la salta cualquiera con una
brizna de poder, es que hemos llegado muy al
fondo. Las caídas son mas dolorosas, sobre
todo, en quienes nunca debieron de haber
subido, pero habrá que cortar, desde lo sano
para eliminar lo podrido y entre más tarde, peor,
o inútil será.
Hay que ver, lo que se puede llegar a
destrozar, y sobre lo que se puede pasar, y las
babeantes y estúpidas decisiones que hay que
tomar, para y por mantenerse en el poder. Una
solución sería limitar los mandatos a 4 años de
TODOS, sin excepción, los cargos públicos.
Pero lo dicho, como no eduquemos a
nuestros hijos, estos gobernantes, estos jueces,
estos legisladores, no lo van a hacer por nosotros
y las roturas, los desastres y las consecuencias
de sus errores, las pagaremos a escote los
ciudadanos, como siempre.
A reflexionar.
Lorenzo Soriano
Economista
Educando
Futuros
Ciudadanos.
0 comentarios:
Publicar un comentario