CUENTA ATRÁS
(TIC-TAC)
L. Soriano Se
confirma la estrategia de Rajoy y de sus esperpénticos ministros. Que todo
caiga, que todo se hunda, que el caos cunda y que las arcas se vacíen por
completo. Es perverso pero será eficaz. Ya lo es. La
Autonomía catalana, la más endeudada de España y del mundo mundial, en proporción,
ha empezado la primera por si no le llega al querer hacerse la fuerte. Pide 6
mil millones de euros. 166.000.000.000 x 6
de las antiguas pesetas. El doble o más de lo que “pretenden” ahorrar el
año que viene. Eso sí, ya ha dicho que como “nos hacen el enorme favor de pedírnoslo”
que no nos hará dos, y que no aceptaran que le digamos donde se lo tiene que
gastar y donde no. Esto que nos quede clarito a los “charnegos” paganinis, que ni concesiones políticas ni calçots con
romescu.
La estrategia no es mala del todo, de todas maneras
estábamos muertos con ZP, y los muertos no se quejan, así que si usamos la
muerte absoluta para limpiar el país, bien empleada estará esa suerte. Lo que no puede ser… además es imposible. Y
antes de pasar a la crónica negra de este país como quien de una firma elimino
los “derechos privilegiados” de unos pocos que se le puede revirar y
tergiversar, adoptar este sistema es buena opción; cuando no hay, nada se puede
sacar. Así se derrumbaran las murallas autonómicas como las trompetas las de
Jericó. Sin dinero, sin industria, sin comercio, sin ciudadanos a los que
saquear ni esquilmar, todo se diluirá cual azucarillo ligero.
Sobre las espaldas de nuestros cadáveres pisoteados, los
señores que se niegan a desalojar el abrevadero, a soltar la tolva que los
alimenta directamente de nuestros flujos vitales, abandonaran pesarosos las
poltronas y los triclinios de sus oprobiosos banquetes, buscando desesperadamente
pechos que succionar. Encontraran moscas y gusanos compitiendo por nuestros
restos descompuestos y finalmente caerán en la inanición.
Este trágico final, habrá valido la pena, pues de nuestros
restos, saldrá reforzada y aprendida la nueva generación que durante lustros o
quinquenios, decenios y quizás aún más,
liberen a los ciudadanos de este país de la Peste de este siglo XXI, más
mortífera que la del XVII, e igual de asoladora de campos e industrias. La Casta Política .Y todo por no querer firmar
unos cuantos lógicos decretos y pasar a la historia como el que salvo a España
de la depredación absoluta, de la catástrofe total, del caos furibundo, aun a
costa de inmolarse en el intento. Se lo hubiésemos agradecido para siempre y le
hubiésemos dedicado una estatua. Ya llega el fin, está cerca, así pues…
penitenciagite* .A reflexionar.
*Arrepentíos
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