Si Canarias depende de su clima, este clima que nos ha dado tantos momentos de gloria y renombre internacional desde la antigüedad, debemos de aprovechar y prevenir, ya que cíclicamente la metereología, caprichosa, desplaza sus habitualidades. Anticiparse y evitar parte de sus consecuencias, es vital. Entre otras cosas porque el que hayan habido muertos por el calor el pasado año, es por si mismo mas que suficiente para que anticipemos la llegada de estos fenómenos. No estábamos preparados para aquel calor, como no lo estuvimos para tanta agua. Es así.
Pero el agotamiento que produce este tremendo calor, no es nada, con lo que parece desprenderse del agotamiento de nuestro archipiélago como destino Turístico.
Efectivamente, el noventa por ciento de nuestros Turistas nos visitan por ser un destino familiar, cercano a Europa, con clima templado todo el año, atemperado incluso en verano cuando se asfixian por ahí, y eminentemente en la línea “agotada”, o muy menospreciada del segmento “sol y playa”.Tratando de cambiar esta tendencia, lo que conseguimos es castigar a nuestros habituales, y base de nuestra industria, para intentar, con éxito muy relativo, sustituirlos por unos hipotéticos turistas imaginarios, que en ningún caso supera el cinco por ciento de los que necesitaríamos para cuadrar las cuentas necesarias de nuestra economía.
El sol y playa, no esta agotado, ni mucho menos, cambia la manera de ejercitar esta tendencia por los problemas que el sol produce, y por el entorno que reclama este turista para complementar sus vacaciones como son Parques, actividades y anexos culturales, gastronómicos o deportivos. No necesitamos mas “cabezas” turísticas, con perdón, sino conseguir un aumento del gasto por turista, ofreciendo mejoras, calidad y atracciones, sumadas a la atención y trato esmerado, carreteras suficientes y respeto impecable al medio ambiente, playas impolutas y diversión asegurada.
En lo que respecta a Tenerife, el agotamiento se produce, a mi modo de ver, nada interesado mas que en que esto mejore y se consolide de nuevo, en las actuaciones dirigidas a cambiar el gusto de los que vienen, no él adaptarnos a ellos y a los que pudieran venir.
Los inmensos atractivos turísticos de Tenerife están ocultos y abandonados en algunos casos, luego de habernos proporcionado tantos días de gloria y bienestar, ya que estamos empeñados en hacer que todos jueguen al golf, vayan a hoteles de mármol, lo que no necesariamente es “calidad”, y se dirijan a lugares que por el mero hecho de haber efectuado unas inversiones - especulaciones - inmobiliarias enormes, esté obligado a que sea un destino atractivo. Y no lo es, no se puede confundir a todos todo el tiempo. Tanto centro comercial, tanta masificación para aprovechar el metro cuadrado y con un atractivo relativo comparado con millares de destinos que nos superan, es de esperar que pase su factura.
Estamos para atender a nuestros visitantes y fidelizarlos, tenemos de sobra argumentos y posibilidades, pero los estamos obligando a que hagan lo que les interesa a unos cuantos, y eso no se podrá mantener. A reflexionar
sorlo@step.es
L. Soriano
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