FISCALIDAD ESPAÑOLA.- L Soriano
Sinceramente, creo que la Fiscalidad que se aplica en
España, es de las peores del mundo.
Viene de una fiscalidad inexistente, que se ha ido añadiendo y parcheando, con
leyes, normativas, e interpretaciones las más veces desnortadas. Pero siempre
buscando una mayor recaudación “a toda costa”. Sin rigor ni escrupulosidad.
Para atender a los intereses de unos gobiernos demagogos todos, y de un
elevadísimo nivel de gastos corrientes, o lo que es lo mismo en sus cosas y
pagos así mismo. Sin olvidar la Compra masiva de votos, que ocupa otra gran
parte del presupuesto.
Básicamente esto sucede porque ya no hay Juristas que se
encargan de preparar la “ensalada” fiscal, lógica, aceptable y rigurosa. No está “pensada” para una recaudación, de
acuerdo al tipo de sociedad que actualmente está establecida en nuestro país. Ni
“pensado” para ninguna otra cosa, podríamos asegurar. Normativas incumplibles y
cargas impagables, es lo que tenemos. Un conjunto de normativas fiscales incoherentes, que se contradicen, y que
afortunadamente se tumba en muchas ocasiones por tribunales, pero, cuando ya ha
hecho mucho mal. La indefensión del ciudadano o empresario es absoluta y la manera de recurrir, supone un laberinto
además de eliminar “descuentos”. Y
por último, litigar contra el estado
fuera de la inútil via administrativa, es carísimo en costas y honorarios. Costas
de Abogados de Estado entre otras que se nos aplica sin piedad a los
contribuyentes, que hay que echarle valor.
Los principales obstáculos
que se encuentra el contribuyente español, son la falta de proporcionalidad,
que unido a la innumerable legislación , distintas administraciones y caprichos
de los Jefecillos de Rentas, hacen casi imposible atraer a nadie a invertir en
España o a emprender nada para crear riqueza y empleo. La legislación Laboral
española es poco seria, ya que está formada también por condiciones enquistadas
de un pasado, del que en cosas abominan los gobernantes actuales, pero, que en
esto, mantienen sin sonrojarse. Esta legislación, que algunos partidos
solicitan endurecer, es de imposible incumplimiento en muchísimos casos, lo que
crea un miedo a contratar, una economía sumergida brutal, y un obstáculo
absoluto, para la inversión foránea.
Si a esto añadimos,
el altísimo absentismo y el inmenso coste laboral del despido, que no se puede
dotar, ni aprovisionar, sino con cargo a beneficios distribuibles, y estorba el
cálculo de la unidad vendida, hacen imposible que este país progrese.
Pero no acaba ahí la cosa. Para mantener este Estado en permanente
quiebra, rígido, elefantiásico, incontrolado en gasto, propaganda, asesores,
organizaciones afines, dádivas y emolumentos, añaden un “IMPUESTO” más, aunque
lo encubran en prestación o algo parecido. Pero no. Los costes inmensos de la
SS, conforman un impuesto más en toda regla, tal que cumple todos y cada una de
las características de un impuesto más.
Ocurre que el sistema impositivo español, no tiene prevista la “marcha atrás”. No la tiene, no existe, ni se la plantea. Ni crisis, ni ruinas, ni cataclismos ni mucho menos “pandemias”. Las cosas valen menos para todos hoy, salvo para La Agencia Tributaria o las oficinas de rentas municipales. Simplemente NO ESTÁ PREVISTA en ningún caso, ningún recorte NO SOCIAL. ¿Han presenciado ustedes alguna vez a lo largo de su vida, que los políticos, y sus adláteres, todo lo que se relaciona con la administración, haya dejado JAMÁS de cobrar sus nóminas, sueldos o canonjías, algunas sonrojantes o vergonzantes? Dejar de pagar a las empresas privadas que les suministran sí, y retrasos, todos, siempre, por sistema. Con lo que incrementan los costes de la sobre facturación.
Pero ellos, ni siquiera verlos renunciar o rebajar sus
retribuciones, sino más bien al contrario. Hemos presenciado cosas muy feas de
subidas sin sentido en plenas crisis o hundimientos.
Las imposiciones directas se multiplican porque la indirecta, sobre el consumo baja y ellos quieren recibos que les permitan seguir extorsionando o embargando para mantener sus gastos y derroches sin compasión ni caridad humana. ¿Hasta donde y hasta cuándo será posible y consentiremos mantener esta situación. Que mientras para inmigración haya millones, para Igualdad 450, que nada menos, y así decenas de perversiones, para nuestros ciudadanos contribuyentes, sea mezquindad, abuso y garrote fiscal?
"La gran tragedia de este país es que muchas mentes lúcidas, son incapaces de reaccionar frente a la situación actual, y quizá por lealtad a sus principios, mantienen su voto al pseudo, socialismo radical o liberalismo buenista , imperante". Y no se les exige rigor, escrupulosidad, posibilismo ni coherencia.
Hay dos cosas a cambiar sin demora nada más que alguien
serio gobierne en este país, si no es ya demasiado tarde. La ley Electoral, y la Política Fiscal. A reflexionar.
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