vallecas by Agulló

 

VALLECAS


 

Vallecas ha sido, más que el rayo que anuncia la tormenta, la radiografía de este país que, como en tantas ocasiones, se levanta cada día con ganas de meter mano a los que no sean de los suyos. De ello, tenemos probada experiencia en nuestra historia, fenicios frente a tartesios, cartagineses  frente a iberos y romanos, godos frente a hispanorromanos, musulmanes y cristianos, criollos frente a metropolitanos o izquierdas contra derechas, todos en el mismo corral y todo en contra, el duelo a garrotazos de Goya, las dos Españas de Machado.

Repugna hasta el hartazgo que los que nos piden el voto muestren en sus campañas esa lamentable agresividad frente a los que no piensan como ellos. Da pena y sofoca que, para argumentar de contrario frente al rival en el escaño, encima de lo que a todos nos sacan por los impuestos, (a ellos también, claro, pero eso va en sus propósitos), usen y abusen de esas prácticas de la descalificación y la malquerencia en vez de darnos a conocer qué hacer por el bien estar de este pueblo llano.

Yo no puedo hablar por todos los españoles, eso es obvio. Ni tan siquiera por un grupo de españoles por muy minúsculo que sea. Ni me puedo convertir para los demás en árbitro de lo que es o no conveniente, pero puedo expresar mi opinión, estar atento a la de los demás e intentar apartarme de todo extremismo, de todo, ya que todos se asimilan en la conducta aunque quieran diferenciarse en su ideología. Y puedo denunciar esta horrible práctica del insulto, de la violencia callejera y de la supremacía ideológica que ni deja ni quiere dejar sitio a los demás porque, ¿cómo se puede comprender que puedan regir nuestros destinos quienes no permiten la libertad de expresión y de pensamiento político, quienes agreden para que no se pueda explicar un programa o un proyecto de gobierno que no sea el suyo, pasando de todo lo amparado y proclamado en nuestra Constitución? ¿Tan alelados nos quieren para dejarnos llevar por ese mensaje tan manido de fascistas, antifascistas y progresistas? Las demócratas dieron su sangre por luchar y por acabar con los fascismos y fue la democracia la que trajo el progreso, que no la violencia y el atropello.

Hay tantos problemas en España que estas bravuconadas no tienen sentido si queremos ser serios y más nos conviene empeñarnos en reafirmar una nación, única y plural, para fortalecernos como comunidad frente a los desafíos de las demás. Descubrir unos líderes firmes en sus convencimientos y con un claro discurso de cómo administrar nuestros intereses que busquen el interés general y el acercamiento desde sus diferencias, capaces de reafirmar un estado de bienestar con una política sensata y bien sustentada, sacándonos de este escalofriante panorama en el que todo vale y donde la honestidad o la formación dejen de estar en los últimos puestos, líderes con afecto por todos los compatriotas y por sus preocupaciones, no sólo por los que a ellos les apoyen con sus votos.

Otra vez han aflorado en España nuevas prácticas fascistas con tanto lanzamiento de adoquín, tanto contenedor en llamas o tanta tienda saqueada, un fascismo que se cubre de mascarilla y capuchón y que ha de ser apartado al cívico desprecio. A este lado de la urna aún podemos alinearnos votantes que, ante tanta supremacía y opresión, defendamos el interés general y el general entendimiento para poder ser una Nación con sus peculiaridades y sus diferencias pero con sabias y justas leyes, una Nación competitiva, respetada y respetable, con empresas y empleo, con educación, sanidad, con pensiones adecuadas, bien defendida, y no ese caos de los que amparan la revuelta a través del adoquín y la capucha.

Enrique P. García-Agulló

 

 

 

 

 

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Presentación del libro: 'Parerga y otras historias secundarias o accesorias y algunas vidas extraordinarias' Autor: Lorenzo M. Soriano Rodríguez Presenta: D. Octavio Calderín, Miembro Junta Directiva - Conservador de la RSEAPT
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