No sé si se habrán dado cuenta, pero la causa más importante de la destrucción de empleo en este país es la desaparición de empresarios. Claro, si desaparecen los creadores de empleo, solo el Gobierno es el que los ofrece. Y no me equivoco en el término, ya que no es el Estado o la Nación quien da los empleos públicos, al menos la inmensa mayoría.
Bueno y ¿cuál es el motivo de la desaparición de los empresarios del escenario económico? Pues son muchas, variadas y bastante antiguas algunas. Una buena parte de la extinción ha sido un proceso de demonización del empresariado, por sindicatos y experimentadores sociales, miembros de la izquierda regresista solo en los discursos, claro. En las escuelas y en las Universidades, se demoniza al empresario y se fomenta al funcionario o empleado público. Y en cualquier caso se encamina a todos a ser empleados por cuenta ajena. Contradictorio pues, como todo lo de estos ineptos aupados a las ubres del poder, ya que sin empresarios, no hay empleo que resista.
Sin embargo las causas del peligro de extinción en estos momentos hay que analizarlas con cierto rigor. La destrucción física, psicológica, y económica del empresariado, es debida a la brutal presión que provoca el Gobierno contra el empresariado y profesionales de nivel medio o elevado. A los pequeños, sujetos la mayoría a módulos, los han eliminado de un plumazo, simplemente por no asociar los módulos a la facturación. A menos de la mitad de la facturación le sigue correspondiendo el mismo modulo. La subida de los combustibles y las confiscaciones fiscales de todo tipo de las 5 Administraciones que operan sobre los empresarios y profesionales por cuenta propia, asola el panorama de los creadores de empleo.
Están ciegos o son inútiles. Me da igual porque me da lo mismo. Pero si se le suma la “maldad” tenemos lo que ocurre servido. Mueren empresarios jóvenes por la persecución a la que se les somete, aunque no hay estadísticas, pero caen como moscas. Psicológicamente, pierden la noción del Norte muchísimos de ellos por la acumulación de leyes absurdas e incumplibles a las que se ven sometidos, y se crean situaciones patéticas de autentico pavor.Y económicamente, la inmensa mayoría tendrán que cerrar. Por falta de ingresos, o por no soportar el peso de las normativas a las que se ven obligados, o, lo que es peor, porque no es rentable ser empresario a ningún nivel. Incluso los que han sido los instrumentos de la corrupción Política o Institucional, se ven ahora soltados de la mano que los asía y caen al vacío como cualquier mortal.
Pues ya me dirán, destruyendo a los empleadores pretender que se evapore el paro por “osmosis inversa”, no creo que sea posible.
A reflexionar
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