L. Soriano
D. Manuel García Pelayo, antes de ser arrojado a la papelera por FG, como un kleenex sucio y arrugado, escribía tratados de Derecho, y de Derecho Constitucional Comparado, de magnifica impronta. Luego, como muchos otros, pensó que el sectarismo era mejor que la Ley, para no aparecer fisurados ni dar aliento al enemigo, no adversario.
La prueba del estado de derecho no es superada por muchos estamentos en este país, aun España, y por algunas de las Comunidades autónomas que lo conforman. La Constitución no se cumple, y las Leyes no son aplicadas a todos los ciudadanos por igual. Las sentencias –muchas de ellas disparatadas y provocadores de problemas mucho mayores de los que en teoría pretenden resolver-, la falta de control por parte de los obligados a velar por el cumplimiento de las normas y de establecer la equidad, la igualdad y desterrar al agravio comparativo, los distintos enfoques y las distintas sensibilidades, hacen una convivencia difícil y provoca mucho enfrentamiento.
El amiguismo, la corrupción intergaláctica, y el ascenso o nombramiento de incapaces absolutos para dirigir y ocupar puestos clave de la sociedad española, hacen que estemos en uno de los peores momentos de la historia universal- de la infamia- de este País. Borges lo hubiera incluido sin duda en su magistral ensayo.
El uso indebido de la policía, de la Justicia, de Hacienda, de ciertos estamentos con Poder , hacen que muchísimos ciudadanos se sientan desprotegidos, indefensos, y sin posibilidades ni conocimientos de cómo protegerse de su anulación como ciudadano cuando al Estado, al mas puro estilo soviético o castrista, los anula según sea su criterio o interés político en ese momento.
Destrozan a individuales, revientan honor, fama y dignidad, sin importarles una higa la reputación de las personas o las empresas, solo les interesa una foto, o una primera plana de un periódico insolvente pero afín.
A los pocos días todos se han olvidado, pero los muertos que van dejando en el camino ya son muchos, las carreras, historias trayectorias de los enemigos o competidores, están ya destrozadas y nadie es responsable ni se les exigen explicaciones a los demagogos o instigadores interesados.
Los Colegios profesionales están presos de sus compromisos políticos y jamás salen en defensa verdadera de los afectados. Los Presidentes de las asociaciones Patronales y Sindicatos no dan señales de apartarse de lo políticamente correcto. O de lo que les conviene personalmente a sus dirigentes.
La fiscalia no defiende a las victimas, sino que vela por derechos de verdugos. La misión de las Leyes se invierte, primando reinserción en vez de castigo y disuasión, que es anterior a la posibilidad no siempre posible de la reinserción.
Los crispadores, los asesinos, los simpatizantes de los terroristas, lo peor de cada casa, dan lecciones de cómo debemos de comportarnos los borregos camino del matadero. Para evitarnos sufrimiento, será.
Hasta que no florezca, se acepte, acate, respete y se cumpla, por todos y cada uno, y escrupulosamente el Estado de Derecho, en todas las Comunidades no deberían de haber votaciones- uso de la democracia por inexistente-, ni proceder a continuar con la farsa.
A reflexionar.
0 comentarios:
Publicar un comentario