Intoxicación Por Lorenzo Soriano
Con el tiempo,y un arduo entrenamiento, de lectura, escritura y audición, he desarrollado un agudísimo sentido de detección de la intoxicación, al menos para mis percepciones, si, esas que no permito que se discuta de ellas, ya que no son argumentos, sino sensaciones, si me da escalofrío, o se me eriza el pelillo del cogote, pues eso percibo y punto.
Este sentido es multidireccional, si, es afuera de mis sentimientos y afinidades, aunque sean de mis próximos o sostenidos, la noto, la detecto y la detesto. Lo siento, creo que percibo cuando se me pretende intoxicar, y a los pocos minutos de escuchar, oír o leer algo , a veces, incluso antes. Sé también, que hay muchísima gente, que esperan los titulares de ciertos medios para recibir la doctrina con la que tienen que enfrentarse cada día a la vida cotidiana. Si, a ciertos niveles cada vez afortunadamente más numerosos, ya no es el fútbol lo que traza la raya, y esta ya no es horizontalmente plana y afecta a todas las clases sociales. Se habla de todo y así como cuando salieron publicaciones como Tiempo, Interview, u otros semanarios de opinión, donde ciertas personas de cultura Light bebían sus futuras opiniones para regurgitarlas después, concatenadas o no, en orden o no, como si fueran alemanes tratando de hablar español con tacos, que nunca consiguen colocarlos en su sitio, se espera con ansia el titular del “doctrinero”, para soltarlo cual robot o cassette encasquillado.
Lo que estamos viviendo estos días, aunque ha ocurrido millones de otras veces, pero ahora con una intensidad destacable, es a donde llegan ciertos titulares en el insulto a sus “borreguiles” lectores. A algunos lo único que les interesa es entrar en el discurso para hablar de- tu también y yo tampoco-, a veces la descalificación intelectual hacia la fiel camada, que por otra parte consiente, es tan enorme, que no entiendo como se soporta con un mínimo de dignidad.
Si bien he “arrestado” a casi todos los medios, sin excepción, al menos durante una temporada, me voy a mojar. A El País hace mas de 25 años que no he encontrado el momento de levantárselo, el arresto me refiero. A panfletos como La Vanguardia, como accedo menos, no me había dado cuenta y he pasado inmediatamente a protegerme de sus agresiones, como la del otro día dando doctrina de lo que pasaba en la campaña del Referéndum, o de cuando me intentaba informar de fuente próxima y directa de lo del Carmelo y del Estatut. Que agresión, que sapos. Tratan de imitar al de Madrid y como siempre le pasan de largo. Pero podría nombrar mas, claro,muchos mas, aunque quizás no tan relevantes en la agresión, ni tan continuadamente.
Insisto, enchufar la tele, estar en el despacho del dentista,o del abogado, tiene a veces un riesgo alto, cuando lo que queda por manosear es solo tabloide, panfleto y adoctrinamiento, o de repente te sale un locutor contándote unos infumables y maniqueos responsos, con el solo norte de decirte lo malo que son unos, aunque tu esperaras solo el estado del tiempo en la playa.
También, en el ejercicio de la defensa antiintoxicativa, he aprendido a estudiar las caras y voces del títere manejado e intoxicador,y a imaginarme las muecas cuando escriben si es el caso, destilando el veneno de su odio o ejecutando el encargo de su Patron. A veces lucen como estreñidos ya que estan dejando la ultima brizna de honestidad en la noticia manipulada que estan dando. Esto no ocurre en el Beria de turno que trata de convencerte a base de rotundidades de sepulcro con muerto añejo, son los representantes de los dueños del guiñol o los políticos palmeros. Y mira fijo a lontananza, sopesa machaca y repite la consigna, y atiza al que cree contrario, que somos casi todos, dando a los palmeros bengalies gasolina para que su maltrecho todo terreno aplaste y arrolle al disidente. Luego esta el que tiene el contrato por renovar y es humorista,artistilla o cotillero metido a comisario de cuñas subliminales claritas, ya que el publico suele estar huequito, y no se les debe de poner muy difícil no sea que se trabuquen y no sepan que es , a la postre, lo que tienen que opinar. Estos son babosos, dicen disparates y a veces, si quien los tiene cogidos por el ronzal no esta atento, les jeringa el asunto ya que la gente se cortocircuita y se les vuelve en contra, a causa del ardor que ponen en la fechoria. Es aplicable aquí, el dicho de “bien trabaja el que no quiere trabajar”, si, trabajan el doble al tener que desmontar la honestidad innata,que seguramente tuvieron al nacer al menos, para sustituirla por esa bazofia de supervivencia. Aquí no rige lo de pobre pero honrado. Aquí hay para todos, y no se libra ni el Tete. Solo que hay categorías y niveles, y, comparando, el color ni existe.
Estamos entrando en campañas electorales, PELIGRO, tenga el desintoxicador a mano y......... a Reflexionar.
Con el tiempo,y un arduo entrenamiento, de lectura, escritura y audición, he desarrollado un agudísimo sentido de detección de la intoxicación, al menos para mis percepciones, si, esas que no permito que se discuta de ellas, ya que no son argumentos, sino sensaciones, si me da escalofrío, o se me eriza el pelillo del cogote, pues eso percibo y punto.
Este sentido es multidireccional, si, es afuera de mis sentimientos y afinidades, aunque sean de mis próximos o sostenidos, la noto, la detecto y la detesto. Lo siento, creo que percibo cuando se me pretende intoxicar, y a los pocos minutos de escuchar, oír o leer algo , a veces, incluso antes. Sé también, que hay muchísima gente, que esperan los titulares de ciertos medios para recibir la doctrina con la que tienen que enfrentarse cada día a la vida cotidiana. Si, a ciertos niveles cada vez afortunadamente más numerosos, ya no es el fútbol lo que traza la raya, y esta ya no es horizontalmente plana y afecta a todas las clases sociales. Se habla de todo y así como cuando salieron publicaciones como Tiempo, Interview, u otros semanarios de opinión, donde ciertas personas de cultura Light bebían sus futuras opiniones para regurgitarlas después, concatenadas o no, en orden o no, como si fueran alemanes tratando de hablar español con tacos, que nunca consiguen colocarlos en su sitio, se espera con ansia el titular del “doctrinero”, para soltarlo cual robot o cassette encasquillado.
Lo que estamos viviendo estos días, aunque ha ocurrido millones de otras veces, pero ahora con una intensidad destacable, es a donde llegan ciertos titulares en el insulto a sus “borreguiles” lectores. A algunos lo único que les interesa es entrar en el discurso para hablar de- tu también y yo tampoco-, a veces la descalificación intelectual hacia la fiel camada, que por otra parte consiente, es tan enorme, que no entiendo como se soporta con un mínimo de dignidad.
Si bien he “arrestado” a casi todos los medios, sin excepción, al menos durante una temporada, me voy a mojar. A El País hace mas de 25 años que no he encontrado el momento de levantárselo, el arresto me refiero. A panfletos como La Vanguardia, como accedo menos, no me había dado cuenta y he pasado inmediatamente a protegerme de sus agresiones, como la del otro día dando doctrina de lo que pasaba en la campaña del Referéndum, o de cuando me intentaba informar de fuente próxima y directa de lo del Carmelo y del Estatut. Que agresión, que sapos. Tratan de imitar al de Madrid y como siempre le pasan de largo. Pero podría nombrar mas, claro,muchos mas, aunque quizás no tan relevantes en la agresión, ni tan continuadamente.
Insisto, enchufar la tele, estar en el despacho del dentista,o del abogado, tiene a veces un riesgo alto, cuando lo que queda por manosear es solo tabloide, panfleto y adoctrinamiento, o de repente te sale un locutor contándote unos infumables y maniqueos responsos, con el solo norte de decirte lo malo que son unos, aunque tu esperaras solo el estado del tiempo en la playa.
También, en el ejercicio de la defensa antiintoxicativa, he aprendido a estudiar las caras y voces del títere manejado e intoxicador,y a imaginarme las muecas cuando escriben si es el caso, destilando el veneno de su odio o ejecutando el encargo de su Patron. A veces lucen como estreñidos ya que estan dejando la ultima brizna de honestidad en la noticia manipulada que estan dando. Esto no ocurre en el Beria de turno que trata de convencerte a base de rotundidades de sepulcro con muerto añejo, son los representantes de los dueños del guiñol o los políticos palmeros. Y mira fijo a lontananza, sopesa machaca y repite la consigna, y atiza al que cree contrario, que somos casi todos, dando a los palmeros bengalies gasolina para que su maltrecho todo terreno aplaste y arrolle al disidente. Luego esta el que tiene el contrato por renovar y es humorista,artistilla o cotillero metido a comisario de cuñas subliminales claritas, ya que el publico suele estar huequito, y no se les debe de poner muy difícil no sea que se trabuquen y no sepan que es , a la postre, lo que tienen que opinar. Estos son babosos, dicen disparates y a veces, si quien los tiene cogidos por el ronzal no esta atento, les jeringa el asunto ya que la gente se cortocircuita y se les vuelve en contra, a causa del ardor que ponen en la fechoria. Es aplicable aquí, el dicho de “bien trabaja el que no quiere trabajar”, si, trabajan el doble al tener que desmontar la honestidad innata,que seguramente tuvieron al nacer al menos, para sustituirla por esa bazofia de supervivencia. Aquí no rige lo de pobre pero honrado. Aquí hay para todos, y no se libra ni el Tete. Solo que hay categorías y niveles, y, comparando, el color ni existe.
Estamos entrando en campañas electorales, PELIGRO, tenga el desintoxicador a mano y......... a Reflexionar.
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