Calamity Montoro.- L. Soriano.
Me han superado los hechos acaecidos en estos días, y no he
podido dejar por escrito mi lectura de la situación ya que las noticias
envejecen por la dinámica de los acontecimientos. La información debe ser,
relevante y oportuna, y en estos días al menos en lo de la oportunidad pero
también en lo de la relevancia se hace imposible. Sin embargo, tengo claro lo que quiero
exponer y no se hace viejo en el tiempo; y es que el Ministro Montoro, sea
quizás, lo peor que le ha pasado a este país en muchos años y sobre todo, en
estos momentos. Créanme que su proclama de haber elevado la recaudación en los
tiempos que corren, es algo que seria para desternillarse, si no fuera por lo
que este emulo del Dr. Magoo, deja tras de sí cada vez que actúa. Ha recaudado más
a costa de un millón más de parados que
llegaran a tres-mas-, al cierre de cien
mil empresas y de trescientos mil autónomos. O sea, deja un reguero de “muertos”,
pero el “ha recaudado más”. Y quiere
que se le reconozca el éxito. No ha rebajado el gasto corriente ni ha cerrado
empresas publicas ni ha suspendido gastos suntuarios ni choferes ni viajes ni
visas, NO, solamente, “ha recaudado más”. No me acordaba de sus actuaciones
pasadas, y es que estos individuos con cierta fragilidad emocional y complejos,
que los hacen ser prepotentes y algo estúpidos para acallar sus minusvalías
mentales, no pueden vivir en momentos de crisis. En momentos de expansión
funcionan, el y cualquier mindundi, como ellos además jamás han vivido
situaciones personales económicamente complicadas, no suelen saber que existen
y dudan de su crudeza. No tienen ni imaginación. El caso de Montoro es
excepcional. Solbes era sectario, mentiroso y malo, nos hizo mucho daño su
complicidad dañina, con ZP, Mafo y Rubalcaba y lo peor su cara a cara con
Pizarro. Pero llego un momento en que seguramente pensando en sus hijos y en su
propia credibilidad, se marcho con un portazo. El Ocurrente Miguel Sebastián también
nos ha pedido perdón y se escondió al final dejando sola a Elenita Salgado que más
parecía D. Tancredo del Bombero torero. Pero este individuo sin sentimientos,
inútil, desnortado y capaz de decirnos con una voz desagradable y un aspecto
terrorífico, una cosa y la contraria al rato cuando lo piensa, es de verdad
peligroso. Crea Impuestos y Leyes fiscales sin desarrollo posible, y sin
estudio previo de viabilidad. Le da patadas al Derecho fiscal, buscando
coartada a la extorsión, iguala “bienes”, cosas y cachivaches a dinero en
efectivo que ellos se encargan de valorar y tasar, da rienda suelta a los
perros rabiosos autonómicos ávidos de dinero para gastar en sus tingladitos
para que nos revienten a impuestos y a tasas- el de sucesiones es absolutamente
criminal-. Les da armas para que nos tengan cautivos e indefensos y pesquen en
bañera, y se hace cargo de embargarnos cuando aquellos se lo piden, manda a la
policía a desahuciar y da patadas en la puerta a negocios y profesionales, para
“dar ejemplo” y aterrorizar al personal. La imagen con colmillos de vampiro
succionador, con los churretes de sangre de ciudadanos indefensos, sería un
retrato apropiado para esta Peste de
individuo que nos ha caído encima. Calamity Montoro. Con lo de la amnistía
fiscal, nos ha engañado a todos, y en primer lugar a los defraudadores con lo
que a lo mejor le dan un cascotazo. Era lógico. Nada deja de prescribir, hasta
los asesinatos. Y cuando a alguien que declara cien mil euros al año, acepta
que tiene veinte millones en Suiza, alguien le tendrá que preguntar de donde
saco tamaña seta. Pero el, erre que erre, que no. Pues nada mas que le
apretaron el ombligo con su amiguete Bárcenas, ya es que si, que se darán los
datos a Hacienda. Deja pues, aunque sea a quienes, la credibilidad del Gobierno
a los pies de los caballos, si es que quedaba alguna. Lo último es que al desahuciado por no tener con que
pagar, se le abra expediente por plusvalías de lo que le acaban de quitar,
aunque sea a través de banco. Surrealista, pero perverso. Creo que cuanto antes si D. Mariano decide
seguir aguantando el calvario, deberá al menos remodelar el gobierno y, entre
otros cambios importantes en los que Gallardón sería el primero a quien
desalojar, debería poner en Hacienda en su lugar a alguien que al menos tenga
algo de idea y sea sensible a lo que producen sus torpes e indecentes
decisiones en los ciudadanos. A reflexionar.
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