CLÍTORIS
Violeta Yangüela
Pequeño órgano eréctil situado en la parte
superior de la vulva. El clítoris al
igual que el pene se compone de tejido susceptible de dilatación por la
afluencia de sangre, de endurecimiento y erección durante el contacto sexual.
El propósito de ésta parte externa es, cuando es estimulado, producir
placer. La naturaleza lo ha colocado
para ése propósito.
Con ésas palabras, más o menos, lo define una enciclopedia médica.
Pero resulta y ocurre que ése pequeño órgano
sexual femenino se convierte en un órgano cultural femenino cambiando su
definición, su función y sus características.
En algunas partes del mundo de Alá, se practica
lo que globalmente se conoce como la mutilación genital femenina que consiste
en la extirpación total o parcial de los órganos externos de las mujeres. Se realiza con cualquier instrumento filoso y
cortante.
El proceso tiene variantes. Una de esas
variantes consiste en la
clitoridectomía en la que se extirpa
total o parcialmente el clítoris.
La más severa, infibulacion, también conocida
como la circuncisión faraónica, ( su origen se le supone en Egipto) consiste en
extirpar totalmente los órganos genitales externos y coser la herida dejando
únicamente un pequeño orificio para que pase la orina y el flujo menstrual-
dicen los expertos que ése pequeño orificio es del tamaño de un grano de arroz
– la cual es abierta el día de su matrimonio y vuelta a coser cuando sea
necesario para asegurar la fidelidad al marido.
Éste procedimiento recuerda el cinturón de castidad
de la Edad Media en la que la Iglesia Católica, Apostólica y Romana, para
decirlo en palabras de Carlos Marx, era
la superestructura dominante. Con una
diferencia, los que se encargaban de abrirlo eran los esposos y guardianes de las llaves, y probablemente los orfebres expertos en
hacer reproducciones que sin el probablemente y gracias al copiado, algunos se
convirtieran en los primeros orígenes burgueses de la transición económica del sistema feudal.
(¡Ofrézcome, qué teoría la mía!)
La Organización Mundial de la Salud estima que
130 millones de mujeres han sido mutiladas y dos millones de niñas al año les
espera el mismo destino.
Los argumentos no faltan. Sobran.
La práctica de la mutilación femenina es un
asunto cultural.
Con ésta sentencia se justifica lo que no es
más que una acto criminal con el objetivo de negarle placer sexual a la mujer, reducir la
oportunidad de la práctica sexual fuera del matrimonio y así conservar “el honor de la familia”. Esto último,
entiéndase del hombre.
El propósito del clítoris es producir placer
sexual y la sexualidad del ser humano no tiene ideologías, colores, razas o
religiones.
Es un valor universal de la humanidad, en éste
caso particular, de la mujer. Es el
derecho a sentir placer.
Sin más, pero sin menos.
v.yanguela@codetel.net.do
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